Reproducción del artista Abraham Calero, en plaça d'Espanya. | Pilar Pellicer

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Palma está de sobresaltos arqueológicos tras dos hallazgos de muralla renacentista. Junto a las catas que se están llevando a cabo en la Plaça d'Espanya este viernes ha aparecido una reproducción de la primera fosa que se abrió en Mallorca con represaliados de la Guerra Civil. Los tres Mariandos, Joan Gual Genovard, Miquel Salom Ribot y Jaume Gual Mas, vecinos de Maria de la Salut asesinados por los golpistas en octubre de 1936 en las Costas de Puntiró.

Son las ocho y media de la mañana y tres cuerpos encogidos, cuyos huesos reciben los primeros rayos de la mañana, descansan bajo la mirada de la estatua de Jaime I. En realidad es una fotografía con impresión en papel coloreada a mano con tintas de acrílico y es obra de Abraham Calero que, junto a la artista Catalina Julve han querido llamar la atención sobre la necesidad de seguir abriendo las fosas. «La fosa de los Mariandos es un símbolo. Fue la primera de muchas fosas y se están abriendo agujeros para cerrar heridas», dice Calero que en la madrugada del viernes instaló la imagen junto a una de las zanjas de las obras de reforma de la Plaça d'Espanya.

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Calero advirtió que «cada vez que se abre un agujero en el suelo aparece la historia, parte de lo que somos y lo que han sido las Islas». El artista contactó con Catalina Julve, que investigó sobre las exhumaciones de los represaliados de la Guerra Civil y que convirtió en la exposición Una parcela oscura, ahora mismo visitable en la Fundació Sa Nostra.

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«Es una fotografía de la fosa de los tres Mariandos, que se hallaron en 2014 y que centraron el documental Huesos que hablan» explica Julve, que está en contacto con los familiares de los represaliados y que se muestran emocionados por esta intervención artística que quiere recordar la primera fosa abierta en Mallorca. «Ahora parece más fácil, pero tuvieron que esforzarse mucho para conseguir que se abriera la primera», recuerda Julve, que advierte que «los tres Mariandos eran gente de un pueblo muy pequeño, payeses que fueron asesinados sin tener siquiera ninguna implicación política, lo que refleja la arbitrariedad de la represión franquista».

A primera hora de la mañana de este viernes numerosos viandantes se paraban ante la reproducción de la fosa. «Tiene que haber aquí de fosas de la Guerra Civil... Que pena que no hayan podido sacar a sus muertos», cuenta una viandante que se ha quedado parada ante la imagen de los tres Mariandos.