Los regidores Alberto Jarabo, Angélica Pastor, Francisco Ducrós y Elena Navarro con las fotografías de la polémica.

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La polémica comida de la candidata del PP al Govern, Marga Prohens, con José María Rodríguez se coló en el pleno del Ajuntament y no fue un caso aislado, porque desde la bancada del equipo de gobierno se esgrimieron las imágenes hasta en cuatro ocasiones diferentes a lo largo del día crispando el debate. El Pacte lo tenía claro desde primera hora de la mañana, la mejor defensa es un buen ataque y se aplicó a ello contundentemente enseñando las fotografías del encuentro a manteles que ha marcado la semana política.

Las hostilidades, y el intercambio de reproches, comenzaron apenas una hora después de comenzar el pleno, cuando terminaron las intervenciones de las entidades. El PP había presentado una moción en la que pedían la reprobación del alcalde, José Hila, y de la regidora de Infraestructures y responsable de la Policía Local en la pasada legislatura, Angélica Pastor, por su gestión del cuerpo durante la tramitación del ‘caso Cursach'.

La portavoz de los conservadores, Mercedes Celeste, acusó a Hila y Pastor de perseguir a policías y funcionarios vulnerando sus derechos fundamentales y pidió al edil que «reconociera sus errores y cobardía» por su ataque a los ahora absueltos. Celeste lo definió como el «peor alcalde que ha dirigido el cuerpo de la Policía Local y el que no supo respetar la presunción de inocencia de los funcionarios». La respuesta del Pacte, a través de su portavoz, Francisco Ducrós, no se hizo esperar. El regidor de Esports les exigió que dejaran de utilizar el caso políticamente y, esgrimiendo la citada imagen de la comida, les reprochó que los dirigentes ‘populares' se reunieran con «un condenado por utilizar dinero público para su campaña electoral». Ducrós aseguró que la ciudadanía «merece explicaciones sobre la deuda que tienen con José María Rodríguez».

El tono, que ya estaba muy arriba, se volvió a crispar en una moción, también presentada por el PP relativa a la publicidad institucional y a la erradicación de lo que denominaron «propaganda con fines electoralistas». En esta ocasión el conservador Julio Martínez criticó que el Pacte haya gastado 5 millones de euros en «autopromocionarse» y remarcó que el equipo de gobierno iba a rechazar una proposición que, «literal», estaba copiada de una ley sobre el uso de fondos públicos aprobada por el PSOE estando Rodríguez Zapatero de presidente.

Ducrós, en este momento, volvió a referirse a la comida y recordó que Rodríguez «ha estado condenado por el uso de dinero publico para promocionar a su partido» y destacó que, en su opinión, los ‘populares' se estaba «inmolando» al presentar esas propuestas días después de hacerse publico el encuentro que celebraron en Sencelles.

Entre recriminaciones entre las dos formaciones con más representación en Cort el resto de partidos de la oposición también quiso dejar clara su opinión y, por ejemplo, la portavoz de Cs, Eva Pomar, habló «de partido de ping pong a ver quien tiene más corrupción» y el regidor de Vox, Sergio Rodríguez afeó al bloque de izquierdas que diera «lecciones de moralidad» cuando, señalo, sus partidos a nivel nacional, «están pactando con etarras». Asimismo recordó el episodio de la presidenta del Govern en el ‘hat bar' e hizo alusiones al caso del ‘tito Berni' que afecta a los socialistas.

Precisamente el ‘caso mediador' protagonizó la parte más agria del debate. Fue por la tarde, cuando la oposición pretendía que se reprobara al gobierno de la anterior legislatura por la condena a Aurora Jardhi. El regidor Guillermo Sánchez, ante los argumentos repetidos por la bancada del gobierno, les criticó que «no ven corrupción en una condenada por corrupción, pero ven mucho delito en una foto». El pacto recordó que la ex regidora ha sido condenada «no por beneficarse a ella misma sino por el bien común» a lo que Sánchez respondió que «puestos a comparar comidas en las nuestras no hay ni cocaína ni prostitutas».