En unos días de trasiego de turistas por los principales rincones turísticos de Palma, llama especialmente la atención lo que se puede observar en un rincón de la Plaza de La Lonja. En un banco, dos pequeños ramos de flores ya secos por las altas temperaturas, un 'tupper', una lata de cerveza vacía, una vela, la foto de un hombre sonriente y una funda de plástico que contiene un cigarrillo y una anotación en castellano e inglés.
«En memoria de nuestro amigo Jonas, que vivió en este banco hasta el 4 de marzo de 2023. De tus vecinos de La Lonja», reza en ambos idiomas el breve, aunque sentido escrito que pone nombre a la persona cuya fotografía acompaña y que genera la curiosidad de quienes pasan por allí y reparan en este improvisado 'altar' ubicado sobre el banco que convirtió en su hogar un 'sin techo' que dejó un gran recuerdo por su «amabilidad y educación», refieren empleados de la zona, cuestionados sobre Jonas.
Las bajas temperaturas que sufrió la isla de Mallorca a inicios del pasado mes de marzo derrotaron a Jonas, cuyo cuerpo, relatan, apareció inerte en un portal aquel fatídico día 4. Un sábado de lágrimas. Cuentan quienes le conocieron o alguna vez cruzaron palabra con él que era sueco, que tenía más de 50 años y que se ganó el cariño de los vecinos de La Lonja, quienes especialmente cuando apretaba el frío, le hacían llegar comida, café, mantas, ropa...
Esa sentida huella humana que Jonas dejó entre todos aquellos quienes pudieron tratarle, ayudarle y compartir incluso charla con él en 'su' banco queda patente meses después de su triste adiós, que deja a la plaza sin uno de sus habitantes más apreciados por un vecindario que no le olvida, pese a la dureza y la tristeza del desenlace de esta historia.