Jaime Martínez, Fulgencio Coll y José Hila en una imagen de archivo. | Jaume Morey

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La cercanía de la elecciones generales del domingo y la inexperiencia de algunos de los nuevos regidores en los mecanismos municipales marcaron este jueves las comisiones previas al pleno de la próxima semana. De esta forma estos encuentros, que suelen ser de trámite y para marcar el sentido del voto de cada propuesta, se convirtieron en ‘mini plenos' con debates broncos y cruce de acusaciones entre el bloque de la izquierda y el equipo de gobierno del Partido Popular.

Este jueves se constituyeron dos de estas comisiones, la de Economía y la de Servicios a la Ciudadanía, las primeras de la legislatura, y en ambas se escenificó la dependencia que tendrá el PP del resto de partidos para sacar adelante sus propuestas. En un principio a los ‘populares' no les quedará más remedio que apoyarse en Vox ya que el PSOE, Més y Podemos actuaron en bloque durante todos los debates y votaron a favor de sus propuestas y en contra de las del gobierno.

Fueron los regidores de Vox los que decantaron la balanza hacia uno u otro lado y su abstención hizo que prosperara una iniciativa del grupo socialista para abonar a los funcionarios la subida del IPC a cargo de los remanentes de Tesorería. En otra proposición del PSOE sobre los citados remanentes municipales los ultraconservadores fueron más allá y votaron con el Pacte a favor de destinar el dinero sobrante a una serie de medidas concretas entre las que destacan compensaciones a empresarios y autónomos por las obras del Passeig Marìtim, aumentar la presencia policial en la Platja de Palma, intensificar el mantenimiento de los parques caninos y el impulso de un plan específico contra las pintadas vandálicas. Asimismo comprometieron al equipo de gobierno a crear una comisión no permanente para decidir el destino del remanente, que este ejercicio asciende a 46 millones de euros.

Por contra, y en este sentido, una nueva abstención de Vox hizo que los ‘populares' no lograrán aprobar su propuesta para dedicar 26 de los millones del saldo sobrante a pagos que calificaron de «urgentes y reales». Los progresistas apoyaron el abono de facturas de suministro eléctrico o de agua, así como el abono de intereses de demora o el pago de horas extras a policías y bomberos pero, por ejemplo, se negaron a respaldar otras medidas como una ampliación de capital en Emaya por valor de 10 millones de euros. Ahora el grupo del PP tendrá una semana, hasta el próximo pleno, para intentar lograr apoyos a sus propuestas.

El apunte

La derecha sí se alinea en temas de normalización y en sa Feixina

El desmarque de Vox se limitó a temas económicos ya que en otras proposiciones del Pacte que irán al próximo pleno los ultraconservadores hicieron frente común con el PP para rechazarlas. Concretamente no saldrán adelante varias de Més sobre la normalización lingüística en Cort, ni el rechazo a declarar sa Feixina como bien catalogado. El PP sí que apoyó parte de una propuesta de Podemos sobre los derechos de las personas LGTBI.