Unas grandes cristaleras caracterizan a las diáfanas oficinas, que ya no tienen grafitis. | Jaume Morey

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Tras años de espera, este lunes abrieron sus puertas al público las oficinas municipales del parque Pocoyó, llamado oficialmente parque de los Ceibos. El órgano de Gestión Tributaria, que incluye los departamentos de tributos y recaudación, se ha mudado hasta allí de manera temporal desde las dependencias del edificio de Cort, que están en obras. Atrás quedan las imágenes de septiembre de 2020, cuando se inició el proceso de desalojo del medio centenar de sin techo que aprovecharon los recovecos del parque Pocoyó para crear un asentamiento chabolista, la cara más amarga de la urgencia habitacional de Palma.

La que tiene que ser la futura sede del IMI se estrena ahora como oficinas municipales donde los ciudadanos pueden ir a pagar los impuestos. Eso sí, las gruesas paredes de cemento impiden que haya cobertura dentro de las recién estrenadas dependencias y los funcionarios que tienen que hacer uso del datáfono para cobrar los impuestos, se ven obligados a salir a la calle y subir las escaleras para tener cobertura.

«No hay ningún problema con los ordenadores, que está conectado a Internet por cable, ni con los teléfonos fijos», afirma Gloria Belmonte, jefa del departamento tributario. La mudanza se llevó a cabo en dos días y Emaya tuvo que hacer antes una limpieza exhaustiva de la zona en la que aún vivían sin techo. Este será el hogar temporal de tributos hasta el fin de las obras de sus oficinas.