Reunión de la tercera edad de Son Cladera el pasado viernes. | Pilar Pellicer -

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Este miércoles era el día en el que la Associació de Gent Gran de Son Cladera tenía que entregar las llaves del local que tenían alquilado a su propietario, la Fundació Sa Nostra, aunque se niega a hacerlo. La deuda de 30.000 euros ha provocado que la Fundació inicie un proceso judicial para recuperarlo pero la actual junta directiva de la asociación achaca la deuda a los anteriores gestores.

«Deben más de 30.000 euros de alquiler. Nosotros nos ofrecemos a pagarlo desde que entramos», señaló Yumelis Coronado, actual presidenta, que incluso llegó a amenazar la semana pasada con plantar colchones en la asociación para evitar el desalojo. Aunque este martes ya advirtió que «es posible que no sea necesario».

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Coronado denuncia que «nos estamos encontrando con más deudas de la anterior junta directiva de la asociación». Además de facturas impagadas de agua y luz, se debe a los autobuses de las excursiones o un monitor de baile. En total, calcula que la deuda ronda los 35.000 euros.

Tras los cambios en la directiva de la asociación, a la que se le acusa de mala gestión y además, de no gestionar las ayudas que les ofrecían las instituciones, la nueva gestora advierte que «estamos dispuestos a emprender acciones legales contra el antiguo presidente. Pero nosotros no vamos a pagar la deuda». Y no solo eso: «No queremos abandonar el local bajo ningún concepto, nos sentimos engañados por todos», ha dicho la presidenta de la gestora, Yumelis Coronado, que despotrica contra las instituciones y la antigua directiva, que «se llevó todos los muebles y el dinero que había en las cuentas».