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«¿Carri, qué música pondrías por la mañana en el bar Casa Patines?», preguntó hace unos días Santos Maestre a uno de sus socios, Miguel Carrió. «Pondría la televisión con las noticias 24 horas», respondió Carrió.

El grupo Échale sal reabrirá el histórico bar Patines de la plaza Bisbe Berenguer de Palou, en Palma, con la idea de «mantener su esencia». De bar de siempre, pero «con algunas caras nuevas». De barrio. Con los periódicos manchados de aceite en la barra. De menú de toda la vida. De lunes a sábado, de 7.00 a 00.00 horas ininterrumpidas.

«Ojalá los clientes entren y no utilicen el móvil», dice Sergio García que, junto a Miguel Carrió, Santos Maestre y David Campos estarán detrás de la barra de este establecimiento que bajó la persiana en julio del año pasado tras la jubilación de sus anteriores responsables.

Oportunidad

«Siempre buscamos zonas emblemáticas de Palma», cuenta García, que también es copropietario de la Vermutería San Jaime, en el Paseo Mallorca. «Era una oportunidad».

Santos Maestre, que se ha encargado del diseño del interiorismo del local, comentó a sus socios que habían comprado 40 años de historia. El grupo Échale sal, que abrió su primer restaurante Palma Café Gallery en 2009, tiene las cosas claras. «El bar Patines era ese bar en el que te llaman por tu nombre», recuerda Carrió, que quiere seguir con la tradición.

«Un punto de encuentro, ese bar en el que los clientes se pedían un cafecito solo con su vaso de agua, en el que comentaban los resultados de los partidos de fútbol», añade García. «Queremos que la gente vuelva a los bares que eran bares», interviene Carrió.

Casa Patines contará con un menú de mediodía semanal y la carta incluirá platos que son «muy populares» en la Vermutería. «Ya quedan pocos sitios de menú en Palma», dice Carrió. Los nuevos dueños del bar de la plaza de los Patines han mantenido la barra y el logotipo del anterior local, pero han reformado el resto.

El grupo Échale sal es el artífice de algunos conocidos restaurantes de la ciudad como el Palma Café Gallery, Buco Burger o Pez lechuga. «Yo estoy como un niño pequeño con un juguete nuevo. Tengo ganas de estar aquí por las mañanas y poner cafés», comenta Carrió, que echa de menos los bares en los que «haces clientela con conversaciones a las siete de la mañana».

El 20 de junio de 1954 se inauguró la pista de patinaje que da nombre a la plaza de los Patines. 30 años más tarde abría sus puertas el bar que dentro de muy poco será el hogar de Casa Patines, el de siempre, pero «con algunas caras nuevas».