De ser una zona residencial y ser víctima de la masificación y el crecimiento desordenado en un contexto geográfico que coloca a Cala Major y San Agustín al pie del mar y con una perspectiva idílica sobre la bahía de Palma. La diversidad poblacional ha llevado a ambas barriadas a unir fuerzas ante el Ajuntament de la mano de un colectivo reducido a un grupo de personas que han tomado los mandos de la asociación de vecinos, en la que media decena de directivos, encabezados por Awi Hahne y Esteban Camps, presidenta y vicepresidente, luchan por defender los intereses de ese rincón periférico y limítrofe con Calvià.
Calles empinadas, pequeños resquicios de playa pública y un escenario emblemático como Port Calanova, junto al parque Voramar forman el paisaje en uno de los extremos de este arco espacial en el que el espíritu vecinal se ha desinflado «por la desidia y dejadez por parte de los residentes, motivada por la falta de respuestas desde al ayuntamiento», explican Hahne y Camps.
Ambos coinciden en que la principal reivindicación que se realiza por parte del vecindario es la recuperación por parte de la EMT de la línea 20, que unía Porto Pi y Son Espases, «para facilitar la llegada al hospital a mucha gente, especial la más mayor», señalando a la par el plan de un bus a demanda para San Agustín -junto con Son Gual-, aunque piden que más que una opción a demanda lo sea con horario fijo. «Confiamos en lo que nos han planteado y sabemos del compromiso por recuperar la línea 20, cuya supresión enfadó bastante a la gente», explica la presidenta de la asociación vecinal.
La conectividad a escala de transporte público es notable, ya que la avenida Joan Miró es zona de paso de varias líneas de la EMT y el TIB que les permite conectarse con el centro de Palma y otros espacios, además de con el municipio vecino de Calvià, con el que marcan el límite al oeste dentro de un paisaje en el que negocios como los inmobiliarios ganan terreno, de la misma manera que otros que «no aportan calidad ni beneficio al barrio en sí, como los 'mini markets' o locales de masajes», asegura Hahne.
A nivel sanitario, es Son Espases su hospital de referencia -motivo por el que piden recuperar la conectividad en autobús-, mientras que acudir al PAC les supone desplazarse hasta Son Pisà, disponiendo de un centro de salud próximo como el de San Agustín. La compleja movilidad dentro del barrio, por su compleja orografía, hace difícil para algunos vecinos, especialmente los de mayor edad, poder moverse con comodidad por la zona, en la que destacan desde la asociación la labor y la presencia de Emaya a lo largo de los últimos meses. «Ha mejorado mucho la limpieza, aunque no podemos evitar que siga habiendo gente incívica que no respeta lo que es de todos», apostillan los dirigentes vecinales.
Cuentan con una Oficina de Distrito que les permite tener contacto y realizar trámites con el Ajuntament de Palma, aunque están a la espera de poder concretar la posibilidad de uso de un espacio ubicado en el mismo edificio que podría acoger espacios como el reclamado Casal de Barri, una biblioteca pública o una sede para el colectivo vecinal dentro de un área sin centros educativos públicos.
En materia cultural, la Fundació Pilar i Joan Miró o Can Tàpera son dos puntos de encuentro indispensables, a la par que otros escenarios emblemáticos como los recuperados apartamentos Pullman o el Palacio de Marivent, residencia estival de la Familia Real. Pese a esto último, la inseguridad es un tema a remarcar en algunos espacios, llamando la atención la presencia de okupas y la delincuencia que, especialmente, aparece en verano con la llegada de turistas. La conexión con el Policía de Barrio, de quien destacan Camps y Hahne su conocimiento del espacio que le corresponde, es un punto a favor, aunque reconocen que «no es fácil abarcar tanto espacio y con tanta gente en algunos momentos del año», refieren, aunque la sensación general «suele ser de seguridad».
Esteban Camps, vicepresidente de la Asociación de Vecinos de San Agustín y Cala Major, lamenta la falta de un parque o un espacio público en este último lugar, como sí tienen en la zona de Calanova, cuyo concesionario ha abierto las puertas y se ha mostrado colaborador con los vecinos, que tienen un espacio deportivo referente como es el polideportivo Rudy Fernández, en la parte más alta. «La gente está muy contenta, porque hay actividades y la instalación es completa», resalta Hahne.
Si la movilidad es un dolor de cabeza en San Agustín y Cala Major, la falta de respeto a las limitaciones de velocidad está también al orden del día, «pese a que se han tomado medidas», aunque otro punto caliente es el del aparcamiento. «Este sí es un problema grande», señala Camps, quien lamenta la «falta de espacio para un párking público, lo que hace que en verano sea una aventura poder dejar el coche y a veces esto se descontrole». La presidenta añade «el peligro de zonas en las que no hay aceras, o las que tenemos son impracticables, pues están llenas de obstáculos»
En ese punto, denuncian también el ruido que generan muchos hoteles, de manera notable en los momentos álgidos de la temporada turística. «No respetan a los vecinos, con ruido, música alta, animadores que chillan...», relatan, señalando especialmente a algún establecimiento de la parte alta del barrio, que cuenta con la iglesia de Santa Brígida y la parroquia de Sant Agustí como epicentros del culto.
«El barrio es el espacio en el que vives, con los servicios necesarios para tener una vida fácil, con un orden y variedad», resume Esteban Camps, vicepresidente de la asociación de vecinos, un grupo que lucha por no caer en el olvido institucional.
Las barriadas de San Agustín y Cala Major han unido fuerzas para defender de manera conjunta sus intereses ante el Ajuntament de Palma. Este espacio periférico del municipio lamenta los problemas de movilidad y conectividad, además del incivismo y la inseguridad en algunas épocas del año.
El problema es el incivismo y la inaccion. Salir del portal de tu casa y darte de morros con un coche aparcado con las 4 ruedas encima de la acera (digo 1 pero a este le siguen 5 mas), es muy triste, pero peor es llamar a la policía estos decir que avisan al policía de barrio pero por ahí no pasa ni dios, porque su respuesta es que "hacen un poco la vista gorda ya que no hay parking y que desde julio de 2023 hay una petición de bolardos", mientras las personas seguiremos esquivando y caminando por debajo de la acera ya que esta es para los coches.
La zona de cala mayor tiene un enorme potencial. Actualmente se están promoviendo numerosas reformas de fincas que estaban abandonadas. Sin embargo el ayuntamiento debería ponerse las pilas y mejorar la dotación de zonas verdes y aparcamientos.
Apartamentos Panams, Deya, Impala y Pullman, fueron el resplandor de los años 70, creo recordar que al menos 2 tenian piscinas, con un pequeño Xiringuito, con un bullicio expectacular. Un supermercado sl fondo, y en el sotano una Discoteca Cabaret, donde actuo el Campanilla, el travesti mas famoso de aquella epoca, las noches eran fantasticas con un ambiente expectacular donde se reunia todos los reyes de la noche de aquella epoca, pero luego vino el declive de una zona que no supo mantenerse a flote ya sea por la crisis o por la administracion que no supo apoyar a esta zona turistica, referente de una Palma idilica.
Zonas turísticas que fueron lo mas y acabaron a cero y esto pasara por toda la isla ya no es un destino agradable y barato ...............................OBEY
Cala Major, claro ejemplo de zonas que podrían haber sido un paraíso, y se vendieron al caos urbanístico en pro de un turismo masivo. Esa zona da bastante pena.
6 comentarios
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Cala Major parece Europa del este. Da miedo. Hay auténticas colmenas con personajes digamos que variopintos. Limpieza
El problema es el incivismo y la inaccion. Salir del portal de tu casa y darte de morros con un coche aparcado con las 4 ruedas encima de la acera (digo 1 pero a este le siguen 5 mas), es muy triste, pero peor es llamar a la policía estos decir que avisan al policía de barrio pero por ahí no pasa ni dios, porque su respuesta es que "hacen un poco la vista gorda ya que no hay parking y que desde julio de 2023 hay una petición de bolardos", mientras las personas seguiremos esquivando y caminando por debajo de la acera ya que esta es para los coches.
La zona de cala mayor tiene un enorme potencial. Actualmente se están promoviendo numerosas reformas de fincas que estaban abandonadas. Sin embargo el ayuntamiento debería ponerse las pilas y mejorar la dotación de zonas verdes y aparcamientos.
Apartamentos Panams, Deya, Impala y Pullman, fueron el resplandor de los años 70, creo recordar que al menos 2 tenian piscinas, con un pequeño Xiringuito, con un bullicio expectacular. Un supermercado sl fondo, y en el sotano una Discoteca Cabaret, donde actuo el Campanilla, el travesti mas famoso de aquella epoca, las noches eran fantasticas con un ambiente expectacular donde se reunia todos los reyes de la noche de aquella epoca, pero luego vino el declive de una zona que no supo mantenerse a flote ya sea por la crisis o por la administracion que no supo apoyar a esta zona turistica, referente de una Palma idilica.
Zonas turísticas que fueron lo mas y acabaron a cero y esto pasara por toda la isla ya no es un destino agradable y barato ...............................OBEY
Cala Major, claro ejemplo de zonas que podrían haber sido un paraíso, y se vendieron al caos urbanístico en pro de un turismo masivo. Esa zona da bastante pena.