Un turista en la Plaza Mayor de Palma | Jaume Morey

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La izquierda se ha mostrado muy desconfiada ante el anuncio del alcalde de Palma, Jaime Martínez, por las medidas para paliar la saturación turística. Así, el portavoz del grupo municipal socialista, Francisco Ducrós, advirtió que «estas propuestas solo consisten en pedir al Govern que hable con los expertos para ver los efectos de su aplicación. Pero ni uno de los puntos son de aplicación directa». La desconfianza del PSOE de Palma es más que evidente ya que «para este pleno hemos presentado un buen número de medidas contra la saturación turística y el PP las ha votado en contra».

Ducros advirtió que además, «hay propuestas que plantea al Govern y en la Mesa por la Sostenibilidad cuando resulta que son de competencia municipal. Medidas como prohibir el consumo de alcohol en la calle o aplicar tasas de basuras y del agua son competencia de Emaya o del Ajuntament y se podrían aplicar desde ya sin tener que acudir al Govern balear. ¿Por qué no las aplican ya?». El portavoz socialista explicó que «fue el PP el que decidió ampliar las plazas turísticas a edificios catalogados. Con esta nueva propuesta la deja sin efecto. Se están contradiciendo».

Por otro lado, denunció que «todas las inversiones en Palma se focalizan en el centro de Palma, en zonas turísticas. Si el equipo de gobierno aplica medidas de contención al turismo ya no es turismofobia». Ducrós advirtió que «el alcalde lleva 20 días sin decir nada. EL PP votó en contra de todas nuestras medidas y este jueves en el pleno tendrá la oportunidad de votarlas a favor».

Més per Palma, por su parte, mostró su sorpresa al conocer la batería de medidas de Martínez para evitar la saturación en Ciutat. «Es sorprendente el cambio de discurso, cuando en los últimos meses ha votado en contra de todas las medidas que proponíamos para evitar la saturación. Hace dos meses presentamos una en contra del alquiler turístico en Mallorca y Palma y el PP votó en contra. En octubre, la regulación de cruceros y el PP creía que no era necesario. Més siempre ha defendido la regulación del alquiler turístico», dijo el regidor ecosoberanista Miquel Àngel Contreras.

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El concejal señaló las «contradicciones del PP, que también está a favor de la ampliación del puerto y el aeropuerto. Creo que esto es una reacción a las movilizaciones del pasado sábado y el PP tiene miedo». La manifestación contra el precio de la vivienda del pasado sábado, que reunió a 10.000 personas según la Policía Nacional, 25.000 personas según los organizadores, dejó patente también el hartazgo por el exceso de turismo, que incide en los problemas de emergencia habitacional.

Neus Truyol, portavoz de Més, añadió que «esto son propuestas y habrá que ver la letra pequeña. Juegan al marketing y hacen políticas para salvar su imagen pero hay que ver los hechos. De todas maneras, anunciar cambios urbanísticas es hacer un llamamiento para que se pidan más licencias de alquiler vacacional antes de que se prohíba de manera definitiva. La presidenta del Govern, Marga Prohens, señaló que dejaría caer la moratoria turística y ahora Palma propone prohibir el alquiler turístico, que es una cosa que Més lleva pidiendo diez años».

Contreras por su parte, lamentó «el menosprecio a la oposición, ya que han votado en contra de todas nuestras propuestas y ahora nos piden apoyo cuando no hemos podido ni acceder a las medidas que propone». Truyol añadió que «siempre han negado la masificación y nos han calificado de turismofóbicos, cuando en realidad no saben cómo situarse». Y la concejala de Més añadió que «en el Plan de Ordenación Detallada (POD) que dejaron caer ya se había implantado la limitación al alquiler turístico en las viviendas unifamiliares y la limitación de bares y restaurantes que ahora quieren aplicar».

«Hay miedo a las manifestaciones», insistió Contreras, que añadió que «esto ha sido un giro de guion improvisado. En el día del Estendard, Martínez habló de potenciar el turismo y seis meses después cambia de guion».

Por su parte, la concejala de Podemos, Lucía Muñoz, señaló que «prohibir el alquiler vacacional en todo tipo de vivienda, las restricciones a los cruceristas o limitar los coches de alquiler son propuestas que el PP rechazó a comisión sin explicación alguna este mismo lunes. Este golpe de timón un día antes del Pleno sin dejarnos tiempo para estudiar las medidas es una táctica para comprar la paz social».