Antònia Garí posa emocionada frente a la fachada de Colorins, que cierra tras 40 años. | Teresa Ayuga

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La dulzura y sensibilidad de Antònia Garí han impregnado durante los últimos 40 años la tienda de ropa infantil Colorins, siempre situada frente a la delegación de Correos y muy cerca del Passeig des Born en Palma. Garí recuerda emocionada el nacimiento del proyecto que la ha acompañado las últimas cuatro décadas y del que el próximo 15 de julio se despedirá debido a su jubilación.

«La tienda nació cuando, estando embarazada de mi primer hijo, mi amiga Apol·lònia y yo nos dimos cuenta de que, en ese momento, no existía un concepto así en Mallorca», explica la propietaria de Colorins y añade que «había alguna tienda similar pero nosotras quisimos crear algo muy moderno y ser vanguardistas. De primer nivel. Buscamos mucho y viajamos a ciudades como París o Milán para encontrar las marcas y proveedores que queríamos».

Antònia Garí ha sido testigo de algunos de los momentos más especiales de varias generaciones de mallorquines. «Ha sido muy bonito acompañar a tanta gente en momentos especiales y positivos de su vida como los nacimientos, bautizos o comuniones de sus hijos. La gente cuando viene aquí viene con ilusión. Ha sido un trabajo muy agradable y he disfrutado mucho, la verdad».

Como curiosidad, la empresaria explica que «el nombre Colorins fue muy difícil de elegir. En ese momento, todos los nombres te parecen una tontería. Sonaba bien en catalán y en castellano. Le dimos muchas vueltas. Como todo, se ha vuelto bonito con el paso del tiempo» y es que «en estos cuarenta años ha habido de todo: momentos buenos y momentos malos. Las dos dependientas han sido de lo mejor: Xisca ha estado conmigo treinta años y Maribel veinte. Tenemos buena reputación y fama de tener cosas muy bonitas. Me quedo con la satisfacción de haber creado y podido mantener una cosa hasta el final de mi vida laboral».

Anécdota y despedida

Garí rememora con su suave voz una anécdota surrealista sucedida hace unos diez años cuando «una familia árabe de alto standing vino a la tienda con chófer y un grupo de personas estuvieron aquí unas cuatro horas; ente las cinco de la tarde y las nueve de la noche. Eran unas siete u ocho personas, llenaron toda la tienda y lo más curioso fue cuando, a la hora del rezo, todos se arrodillaron en el suelo para orar. Compraron bolsas y más bolsas».

Figuras de la talla de  Catherine Zeta-Jones, María Teresa Campos o Nieves Álvarez han pasado por la tienda donde, siempre en el mismo enclave, Colorins vivirá el próximo 13 de julio, dos días antes del cierre definitivo, una pequeña fiesta con amigos y familiares.