Imagen del emblemático arco de acceso al Parc de ses Veles. | F.F.

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A medio camino entre el casco antiguo y un barrio en plena expansión como el Nou Llevant, la zona de Foners y Ses Veles vive atrapada en una peligrosa dinámica que castiga a numerosas barriadas en la que el turismo se ha apoderado de su paisaje. El alquiler vacacional no regulado, el incivismo, la suciedad, la falta de vivienda o la falta de aparcamiento son algunas de las muchas reclamaciones que los vecinos, organizados en la Associació de Veïns Ses Veles, trasladan a Cort en un momento crítico, con la temporada echando a andar y en el arranque de un verano que puede hacerse muy largo.

En el local alquilado por la entidad, Mari Carmen Fonoyet (presidenta), Loli García (vicepresidenta), Lourdes Martín (tesorera) y Teresa Díaz (vocal) reciben a Última Hora para pasar lista a sus demandas. Con cerca de medio millar de socios y un calendario permanente de actividades, como las fiestas que abren el verano, pueden presumir de un tejido social sólido apoyado en instalaciones y ofertas como la del Casal de Barri.

Una calle, al límite de la zona de aparcamiento tarifado. Foto: F.F.

La amplia extensión que abarcan hace que las problemáticas sean también numerosas. Pero también les permite contar con todo tipo de servicios sanitarios, educativos y unas buenas comunicaciones. En lo referente a la limpieza, recuerdan que la labor de Emaya «ha mejorado» en los últimos meses, pero el gran problema «es el incivismo, que la gente no hace caso de las indicaciones», además de la suciedad que se acumula en puntos de encuentro como el emblemático Parc de ses Veles, señalando la que generan los animales especialmente, con la singularidad de las palomas que pueblan algunos de los espacios públicos. En materia de seguridad, cuentan con dos Policías de Barrio, aunque cuando se requiere la presencia de la Policía Local «no suelen aparecer», lamentan.

Solar ubicado junto al edificio de Gesa. Foto: F.F.

Un concepto muy en boca de la sociedad corre por las calles de Foners y Ses Veles: gentrificación. Su proximidad con el centro y el Nou Llevant, además de estar ubicada frente al mar, hace muy atractiva esa barriada. «La gente del centro viene para aquí, aumenta el precio de los alquileres y, con ello, se expulsa a los vecinos, que no pueden asumir esos costes».

Casal de Barri, ubicado en la calle Joan Alcover. Foto: F.F.

A todo ello, se suma el incivismo que puebla sus calles, derivado de la actividad turística, muchas veces al margen de la legalidad. Y señalan a un 'hostel' (The Boc City) del que aseguran que se le concedió la licencia de albergue «pero es un hotel encubierto». Denuncian en ese punto «el ruido que generan los turistas, los grupos por la noche, los taxis que circulan a todas horas... de octubre a abril es una calle tranquila. Pero en temporada alta, es una pesadilla para los vecinos, que hace tres años que lo sufren», aseguran las representantes del colectivo.

Acceso al polémico alojamiento ubicado en el barrio. Foto: F.F.
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Desde la asociación vecinal se intenta revisar las licencias y que se cumpla la normativa, de la misma manera que se apunta a otro foco de problemas como son los supermercados que abren en torno a esta oferta de alojamiento y no tienen horarios limitados. «Abren hasta la madrugada y los clientes beben, hacen sus necesidades en la calle y venden alcohol a menores», apostillan. Eso deriva en la inseguridad que lamentan.

Las palomas, sobre la ecultura de Aligi Sassu. Foto: F.F.

A esa situación estratégica y privilegiada se le debe otro problema enquistado: la falta de aparcamiento que deriva en dificultades de movilidad para los residentes, más al encontrarse parte del barrio en el límite de la zona de establecimiento limitado y tarifado (ORA). Otra consecuencia que genera también inquietud es la alta velocidad a la que circulan numerosos vehículos, por lo que piden badenes.

Fachada del colegio público Alexandre Rosselló. Foto: F.F.

En resumen, desde la Associació de Veïns Ses Veles y los vecinos de Foners, se pide al Ajuntament de Palma que limite la actividad turística y la regule, además de hacerlo con los horarios de los supermercados. En el capítulo de movilidad, ampliar la oferta de aparcamientos con un proyecto en la calle Joan Maragall, próximo al emblemático edificio de Gesa, cuyo aprovechamiento social y vecinal piden, de la misma manera que una zona verde en ese amplio escaparate frente al mar, son otras demandas.

Una acera deteriorada por el crecimiento de un árbol. Foto: F.F.

Arreglar las deterioradas aceras, a consecuencia del crecimiento de los árboles, es otra reclamación hacia Cort, así como la recuperación y mejora del Parc de ses Veles, donde piden más limpieza y la retirada de unas pistas de petanca sin uso para instalar un gimnasio al aire libre. Allí, al igual que en otros espacios, los animales (gatos y palomas, principalmente) dejan gran cantidad de excrementos que generan un problema de salubridad, especialmente en verano.

Esa lucha es la que abandera una asociación vecinal activa en las redes sociales (@avsesveles en X e Instagram y avsesveles en Facebook) y que ofrece su página web (www.avsesveles.com) y una dirección de correo electrónico (avsesveles@gmail.com) como vías de contacto, además de su sede de la calle Pérez Galdós.