Imagen de las nuevas mamparas instaladas en el Passeig Marítim de Palma entre el malestar de algunos comerciantes. | P. Pellicer

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La Autoritat Portuària de Balears (APB) empezó este martes a colocar las primeras mamparas nuevas en las terrazas del Paseo Marítimo, que sigue inmerso en sus obras de reforma. El embellecimiento también afecta de lleno a los locales de la zona. Sin embargo, algunos empresarios se han mostrado molestos por la necesidad de tener que cambiar el mobiliario de sus terrazas para igualarlo al resto de sus vecinos, tal y como se acordó en el proyecto de rehabilitación.

«Me estoy planteando si poner terraza o no, no me sale rentable cambiar las mesas», ha dicho uno de los comerciantes que no ha recibido de buen agrado esta medida. También critican el alto coste de cada mampara, mil euros, que abonará la APB. «Con el precio de una, yo he comprado cuatro para mi negocio, podrían gastarlo en algo más necesario», ha resumido el hostelero. Otro empresario ha declarado que «es inexplicable que, después de la pandemia y las reformas, nos hagan cambiar esto ahora», mientras advierte que «llevamos unos años de sufrimiento económico y ahora esto nos supone un nuevo golpe».

Malestar entre los empresarios del Passeig Marítim por tener que cambiar el mobiliario de las terrazas

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios del Paseo Marítimo (ACOIPAM), Manuel Jiménez, ha explicado que «el cambio de los muebles no se tendrá que hacer de manera obligatoria hasta que no acaben las reformas en el Passeig Marítim, que será 2025 o 2026». Para poder sobrellevar estos cambios, la patronal reclamará subvenciones.

El presidente declaró que estos cambios suponen «un aumento de calidad en el Marítim, que será el mejor del Mediterráneo. Hasta ahora había sombrillas de publicidad y eso no se puede permitir». El aumento de calidad también va repercutido en el material. «Todas las quejas serán trasladadas a los políticos», dijo.

La patronal opina que el coste del cambio de las terrazas será simbólico. Sin embargo, un empresario advierte que le supondrá un coste de «20.000 euros el primer año».