Pleno del Ajuntament de Palma. | G.M.

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Nuevo distanciamiento entre PP y Vox. En esta ocasión, los menores extranjeros no acompañados (mena) volvieron a protagonizar ayer el enfrentamiento entre los socios del pacto programático del Consistorio. Los ‘populares’ y la izquierda han hecho un bloque común para apoyar la propuesta para el próximo pleno del PSOE en la que advertía que «los representantes públicos tienen una responsabilidad esencial en la lucha contra la incitación al odio y la intolerancia, teniéndose que abstener de realizar cualquier declaración pública que fomente e incite al odio, así como en la obligación de denunciar, públicamente, los casos de odio hacia los niños y los jóvenes migrantes». Vox fue el único partido que votó en contra de esta propuesta del PSOE de Palma que irá al pleno.

Otra de las propuestas socialistas es la de «prevenir conductas aporofóbicas y discursos de odio hacia personas potencialmente vulnerables hacia su origen o situación social, y que constituyen una vulneración de los derechos y un ataque directo a la dignidad inherente a todas las personas».

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PP y el bloque de izquierda apoyaron esta moción pero Vox volvió a posicionarse en contra a solas. Lo mismo ocurrió con la propuesta de cumplir los compromisos de acogida de niños migrantes no acompañados, asegurándose que reciben la protección y atención que necesitan. También se posicionó contra la propuesta de dar apoyo a los consells insulares para la gestión de la acogida de niños migrantes no acompañados.

Esta soledad de Vox en el caso de los menas se volvió a poner de manifiesto cuando defendió su propuesta en la que reclama «tramitar de forma preferente y urgente la inmediata expulsión de todos los inmigrantes que accedan ilegalmente a nuestra nación, así como aquellos inmigrantes legales que cometan delitos graves o hagan del delito leve su forma de vida».

Ningún partido del Consistorio apoyo esta propuesta que, en otros de sus puntos reclama «el cierre de todos los centros de menas que crean inseguridad en nuestras calles, empezando por los más conflictivos». El partido de ultraderecha también propone que «todas las administraciones públicas trasladen el mensaje claro de que cualquier inmigrante que entre de manera ilegal en España no podrá regularizar su situación ni recibir ningún tipo de ayuda pública». No recibió ningún apoyo.