El regidor de Vox, Fulgencio Coll, este jueves en el pleno | Miquel Àngel Cañellas

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La izquierda salió en tromba para acusar a Vox de presentar «una propuesta racista, xenófoba y clasista, por inhumana e indecente», dijo el regidor de Més, Miquel Àngel Contreras. El motivo era que Fulgencio Coll, líder de la formación, había propuesto una moción en el pleno para expulsar a los menores no acompañados y «devolverlos con sus padres a sus países», así como cerrar todos los centros de menores.

Vox se quedó solo en esta propuesta, ya que el resto de partidos votaron en contra. «Es una moción racista, de odio. Ustedes son los responsables de estos problemas de convivencia, utilizan bulos. No ponen el grito en el cielo por 20 millones de turistas, sino por 11 niños y niñas que migran solos y necesitan ser acogidos», dijo Lucía Muñoz, concejala de Podemos.

El portavoz del PSOE en Palma, Francisco Ducrós, advirtió que «estamos en una situación de emergencia en Canarias y están estigmatizando a los menores extranjeros no acompañados. Son seres humanos vulnerables y en su intervención [a Fulgencio Coll] ha vinculado diez veces a los menores con la delincuencia, pero en ningún momento ha hablado de derechos».

El socialista dijo que «su propuesta [la de Vox] es un disparate constitucional, ilegal, que criminaliza con datos falsos. Es un deber de las instituciones garantizar la protección de estos menores frente a estas deleznables declaraciones de la política del odio».

El regidor del PP, Llorenç Bauzá, advirtió que «estamos ante un problema urgente pero el Gobierno central no debe romper las relaciones con todos los países de origen de los menores migrantes».
Fulgencio Coll, de Vox, esgrimió como argumento para defender su polémica moción que «este año han venido 20.000 menores a España y se han producido casos de abusos sexuales en Palma. Luego está el caso de los argelinos en Son Gotleu». Y advirtió que «los españoles se merecen una política inmigratoria que garantice su seguridad».

Precisamente en el pleno, la presidenta de la Federació de Veïnats de sa Ciutat de Palma, Mar Mesas, sacó a colación el tema de los conflictos sociales que se han desatado con argelinos y señaló en el pleno que «tenemos un problema que pasó en Son Gotleu, luego al Arenal y como no se atajó, se ha movido ahora al Molinar». Mesas hacía referencia a la presencia de «unos señores de origen argelino se dedicaban a robar al descuido de vecinos y turistas de las zonas de baño de Vicari Joaquim Fuster», además de okupar una casa. Mesa señaló que «no estamos hablando de menas, era un tal Azmet de 30 años».

Denunció robos con violencia en la zona y criticó los disturbios del pasado 16 de julio, negando que se produjeran agresiones a los inmigrantes argelinos por parte de los vecinos, ahora detenidos. La presidenta de la federación aseguró que los conflictos se están trasladando ahora «del Molinar al Coll d’en Rebassa».