Turistas en la calle Fàbrica. | Jaume Morey

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La Associació Barri Cívic-Santa Catalina reclama al Ajuntament de Palma un nuevo plan zonal, negociado con los empresarios «para equilibrar los usos de la calle Fàbrica, a la que llamamos eje cívico». Esta exigencia surge después de que la Asociación de Empresarios de Restauración y Ocio del barrio tendiera la mano a los vecinos para limar las asperezas surgidas tras años de problemas de convivencia.

La entidad vecinal coincide en varios de los puntos que exponían los empresarios la semana pasada, que reconocieron que «falló la limitación de licencias en el eje cívico de Fàbrica». Sin embargo, Barri Cívic no termina de fiarse: «Agradecemos el gesto pero no se confundan, esta situación solo se arregla con hechos y no con gestos». Y advierten que «deben cumplir la normativa para que haya una buena convivencia entre los negocios y los residentes. No olvidemos que Santa Catalina y Es Jonquet son barrios residenciales donde hay censados más de 4.000 vecinos».

También se muestran de acuerdo con la patronal al señalar que «hay locales que incumplen y ejercen actividades que no se corresponden con sus licencias». Barric Cívic considera que «para reconducir la situación» los empresarios deben ser «muy respetuosos con la normativa», mientras el Consistorio debe «ser muy exigente con el cumplimiento de la normativa y mejorarla con el consenso de los que vivimos aquí». Por otro lado, se muestran contrarios a un párking subterráneo en la Plaça Progrés ya que «atraería más público».