La nueva licitación recientemente anunciada por el Ajuntament de Palma para el Mercat de Llevant es una bocanada de aire para los comercios de la zona, que están esperanzados tras llevar desde diciembre de 2021 sobreviviendo a base de prórrogas. Todos ellos celebran la decisión del Consistorio y dejan claro que su intención es continuar con sus negocios. En estos momentos, en su interior, están en activo una frutería, una carnicería y un supermercado y, en el exterior, un bar y un centro de certificados médicos.
La concesión tendrá una vigencia de explotación de entre 20 y 45 años y un presupuesto de 1,5 millones de euros con los que la empresa que gane el concurso remodelará las instalaciones. «Lo que peor está es la cubierta, está llena de agujeros y cuando llueve mucho hay goteras», explica la presidenta del mercado, Margarita Tous. «Hace unos años se cayó el falso techo. No lo hizo de golpe, se quedó a medio camino y con las luces colgando. Llevamos bastantes años con miedo de que se nos caiga el mercado encima», asegura. Aunque la cubierta «es lo más urgente», también hay que reformar el patio, los baños, la fachada y hacer mantenimiento de los desagües. «El baño de minusválidos llevaba sin funcionar siete años y lo han arreglado hace unos meses», critica Mónica, dueña del Bar Restaurante Levante.
Según dice, la espera de la licitación ha sido «desesperante», porque «no sabíamos muy bien que hacer, yo por ejemplo tengo que comprar un lavavajillas y no sé si gastarme el dinero». «Quiero continuar porque llevo muchos años y los clientes me piden que no cierre». Una postura que comparte el resto, según Tous: «Los que estamos abiertos queremos seguir. Nosotros como comerciantes no podemos coger la gestión, así que tenemos la esperanza de que alguna empresa la quiera y podamos seguir. El peligro es que la licitación quede desierta». Las propuestas para concurrir en el concurso se pueden presentar hasta el 29 de noviembre: «Estaremos súper pendientes de todo lo que pase», afirma.
«Lo cosa es saber quién va a coger la licitación», sentencia el vicepresidente de la asociación del Mercat de Llevant, Miguel Piza, propietario de Frutería y Verduras Piza Jaume. «Los que estamos ya, se supone que tenemos preferencia, ya que se debe dedicar al menos un 40% del espacio para la venta de productos frescos; aunque a lo mejor nos desplazan un poco», dice. «Tampoco se puede cerrar el mercado ningún día, si hacen obras a lo mejor nos sacar afuera», supone.
A media hasta
El no contar con una concesión en vigor durante estos años ha hecho que nadie recogiera el testigo ni montara otros negocios en los locales que han ido cerrando por jubilación. Antes había una pescadería, pero su propietaria echó la persiana hace un tiempo y no ha traspasado el puesto, lo mismo que pasó con una peluquería que había: «Cuando cerró la peluquería había mucha gente que venía interesada pero cuando les contábamos las características que tenemos, pues preferían no coger el local», explica Tous.
«El alquiler está muy bien, pero nadie se anima a abrir porque no sabe cuánto tiempo podrá estar», apunta. Hasta ahora, los establecimientos han funcionado con licitaciones individuales y con unos alquiler muy bajos al tratarse de un sitio de titularidad municipal. Mientras que en otros mercados, dependiendo de los metros cuadrados, un puesto puede valer hasta 1.000 euros; en Llevant los precios oscilan los 300 y los 400 euros, excepto para el supermercado que ocupa aproximadamente el 90% del espacio interior. Sin embargo, al cambiar de manos y previsiblemente pasar a estar gestionado por una empresa privada se prevé un aumento de los alquileres: «Esperamos que la subida sea razonable, porque si es muy alta los puestos estarán cerrados y tampoco le interesa a la empresa que lleve el mercado», indica Piza.
Apoyo vecinal
Pese a que el barrio de Nou Llevant está experimentando cambios en los últimos tiempos por la construcción de nuevas viviendas de lujo, la clientela que acude diariamente al mercado son los vecinos de toda la vida. «Viene sobre todo gente mayor. Es su punto de reunión para comprar y tomarse un café. Está cerca Tráfico, Extranjería y un colegio, así que muchos funcionarios y padres también vienen a desayunar. Todos nos piden que nos quedemos», afirma Tous.
«Toda la gente de los alrededores viene aquí, porque ya son mayores y no se pueden desplazar en coche», dice el vicepresidente de la asociación vecinal de Nou Llevant, Pedro Serra. «Esperamos que dentro de dos meses alguien coja el mercado, porque no queremos que se cierre. Es muy necesario para el barrio, aquí hay movimiento continuamente y hay que apoyar el producto local», concluye.
Claro, ahora que los alemanes y suecos han llegado al barrio, les merece la pena a nuestros politicuchos. Antes no les interesaba un carajo por la gente que había
Esper que hi facin alguna cosa. Jo hi comprava a les verdures i a la peixateria. Aquesta última va tancar a principis d'any i no han tornat a obrir. Una llàstima.
Totalmente de acuerdo con los dos comentarios anteriores, cuando era pequeño me acuerdo ir con mi madre a comprar y era un auténtico mercat, ahora solo quedan unos pocos puestos y un supermercado enorme. Una pena, y espero que aguanten los pocos puestos que quedan.
Aqui lo que sobra es el supermercat que va eliminar de cop el 90% de ses paredetes clássiques des mercats, xarcuteries, peixateries, forns, fruites i verdures, etc. La solució llevar el supermercat i tornar com al principi
Abans, fa anys quan va obrir era un mercat amb totes les lletres, i hi havia molta gent, després no se com varen fer dins un supermercat que va el.liminar molts dels llocs i el "mercat" va quedar reduït a 3 llocs.
5 comentarios
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Claro, ahora que los alemanes y suecos han llegado al barrio, les merece la pena a nuestros politicuchos. Antes no les interesaba un carajo por la gente que había
Esper que hi facin alguna cosa. Jo hi comprava a les verdures i a la peixateria. Aquesta última va tancar a principis d'any i no han tornat a obrir. Una llàstima.
Totalmente de acuerdo con los dos comentarios anteriores, cuando era pequeño me acuerdo ir con mi madre a comprar y era un auténtico mercat, ahora solo quedan unos pocos puestos y un supermercado enorme. Una pena, y espero que aguanten los pocos puestos que quedan.
Aqui lo que sobra es el supermercat que va eliminar de cop el 90% de ses paredetes clássiques des mercats, xarcuteries, peixateries, forns, fruites i verdures, etc. La solució llevar el supermercat i tornar com al principi
Abans, fa anys quan va obrir era un mercat amb totes les lletres, i hi havia molta gent, després no se com varen fer dins un supermercat que va el.liminar molts dels llocs i el "mercat" va quedar reduït a 3 llocs.