El Alcalde junto a representantes de asociaciones de vecinos y entidades.

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El Ajuntament de Palma ha comprado este lunes la finca de Son Quint, que se convierte en la primera piedra del Bosque Metropolitano. La sala de plenos ha acogido la operación en la que han estado presentes numerosas asociaciones de vecinos que durante los últimos cuarenta años han reivindicado que esta propiedad pase a ser de titularidad municipal. El anterior propietario es la sociedad Agropecuaria Mallorquina, del grupo Vibelba, filial de Arabella Hospitality.

El alcalde de Palma, Jaime Martínez, ha señalado que esta adquisición «es un éxito del tejido asociativo, una reivindicación histórica». Y ha agradecido al equipo de gobierno «por haber permitido que la compra sea una realidad. Es verdad que hemos tardado un año pero a veces las cosas no son todo lo rápidas que nos gustaría. Ahora vendrá mucho más trabajo». A partir de ahora el Ajuntament de Palma pondrá en marcha un plan de usos de la finca de Son Quint, que contará con la aportación de las asociaciones vecinales.

En total son 3,5 kilómetros cuadrados que podrán ser utilizados por los ciudadanos aunque las entidades de la zona ya venían utilizando la finca para hacer paseos. «Es una finca con un valor paisajístico y patrimonial muy importante. Hoy caminamos hacia el Bosque Metropolitano, al que se sumarán las canteras y los corredores verdes que unirán el centro de la ciudad» hacia las zonas boscosas de Palma.

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«Damos cumplimiento a una reivindicación histórica. No es una opción, es una obligación por nuestra parte el haber adquirido la finca pública más grande de Palma», añadió Martínez. Y explicó que «a final de año llevaremos a cabo la reforestación del bosque de Bellver y para los fondos del Impuesto del Turismo Sostenible (ITS) hemos pedido para los proyectos del bosque de Bellver y las Cases des Retiro», donde está previsto poner en marcha el Jardín Botánico. En cuanto a la compra de las canteras, «estamos dando los pasos adecuados para que sea una realidad».

En el acto oficial han estado presentes representantes de la Federació d'Associacions de Veïns de Palma, la Federació de Veïnats de sa Ciutat de Palma, así como las entidades vecinales de Son Roca, Son Rapinya, La Vileta, Es Fortí, Son Quint, Bellver y Son Dameto, además de ARCA.

Xisco Mengod, el que fuera presidente de la Associació de Veïns de Son Rapinya, fue el principal impulsor de esta adquisición ya hace cuatro décadas. Mengod ha señalado que «en noviembre de 1992» tuvieron noticia de un proyecto para urbanizar la finca de Son Quint. A lo largo de todos estos años los vecinos han reivindicado que sea un espacio verde para la ciudadanía. «Cuando vimos esta barbaridad, pedimos ayuda a las otras asociaciones de vecinos. Incluso hubo un intento de soborno a nivel personal y a las asociaciones de vecinos. Se llevaron a cabo campañas de desprestigio, presiones, nos decían que podía suponer la pérdida de puestos de trabajo. Ahora estoy contento después de 42 años de reivindicaciones. A veces parece que perdemos el tiempo, pero cuando ganamos una cosa como esta se confirma que hemos mantenido el caliu».

«Es una reivindicación que impulsamos desde hace cuarenta años, es parte del barrio de Son Roca», señalaron representantes de las entidades vecinales allí presentes. Por su parte, Antonio Picazo, de la Associació de Veïns de Son Rapinya, explicó que «hubo un intento de urbanizar la finca y luchamos para que no se convirtiera en una urbanización».