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Las fuertes lluvias que se registraron este lunes provocaron vertidos de aguas sucias en las playas de Cala Major y Can Pere Antoni. A mediodía vecinos de Cala Major constataron la llegada de una tromba de aguas negras que enturbiaba el mar. Fuentes del Consistorio advirtieron que no se trata de un episodio más de vertido de aguas fecales, sino del desagüe de las abundantes lluvias que se produjeron, por lo que estas playas no cerraron para los bañistas.

Esteban Camps, vicepresidente de la Associació de Veïns de Sant Agustí y Cala Major, explicó que «hay un tubería que sale justo delante del hotel Nixe Palace. Desde hace muchos años un colector recoge las lluvias que luego que dan al mar. No son fecales pero tampoco son aguas limpias».

Esteban denunció que «en Cala Major no hay alcantarillado y cuando llueve todo el agua va pendiente abajo y busca su salida». El líder vecinal señaló que «lo hemos dicho en Infraestructures. Cuando llueve fuerte, como no hay recogida de agua en imbornales o canaletas, se forma un riachuelo de metro de anchura». En la calle Joan de Saridakis se forman grandes acumulaciones de agua, «lo que impide entrar en las viviendas sin empaparse».

Por otro lado, desde el Ajuntament de Palma informaron que el pasado lunes también se produjo el mismo fenómeno en la playa de Can Pere Antoni y tampoco se cerró esta playa a los bañistas, aunque han descartado que se trate de aguas fecales. Fuentes municipales señalaron que «el tanque de tormentas funciona, está dando resultados». A partir de 2018, con la llegada del Pacte al Ajuntament de Palma, se sucedieron y multiplicaron los cierres al baño de la playa de Can Pere Antoni por vertidos de aguas mixtas (pluviales y fecales) al mar. El objetivo era evitar que la contaminación afectara a los bañistas, por lo que se aceleró la puesta en marcha del tanque de tormentas, que ya está en funcionamiento y evita los vertidos en un 90 por ciento, y la EDAR II, que estará lista en 2026.