Obras en una finca de Verge de Lluc que se ha quedado sin la ayuda municipal. | Redacción Local

TW
5

Presentaron la solicitud, fue aceptada y no han vuelto a saber más. Es un relato común entre comunidades de propietarios en barrios vulnerables de Palma que se acogieron a las ayudas de rehabilitación del Patronat de l’Habitatge. Se trata de una línea dirigida específicamente a las barriadas de Son Gotleu, Camp Redó, Verge de Lluc, Son Ximelis, Soledat Nord i Soledat Sud-Nou Llevant, que fue convocada por última vez en 2022. Los beneficiarios explican que no han cobrado y no saben cuándo lo harán. «He ido a preguntar al Ajuntament y me han dicho que entre esta semana y la que viene nos dirán algo», cuenta la presidenta de una comunidad de propietarios de Son Roca. En su edificio, de más de medio siglo de antigüedad, han ejecutado algunas obras sobre el forjado, cubiertas y otros elementos, pero no les ha quedado más remedio que parar: «Hemos gastado todos los ahorros que teníamos hasta donde hemos llegado, y nos quedan cosas por hacer».

La Asociación de Vecinos de Son Roca advierte que no es el único caso en el barrio: «Hay obras empezadas que están paradas porque las comunidades no tienen más dinero para seguir. La gente está preocupada porque no ha recibido absolutamente nada. Hay comunidades que han pedido préstamos para poder iniciar las obras y ahora mismo están pagando intereses». Otra comunidad de Son Roca ofrece un testimonio muy similar: «Vino una persona del Ajuntament que nos dijo que estaba todo aprobado, pero no hemos recibido nada. Tuvimos que pagar a un arquitecto, que nos costó bastante, y además fue muy difícil cumplir los plazos», cuenta.

En Verge de Lluc, la burocracia desespera a otro edificio afectado por el retraso de estas ayudas. Les habían concedido cerca de 20.000 euros pero después de «ir todo el verano detrás» en las oficinas municipales sólo tenían constancia de 1.600 euros, que «apenas da para pintar un piso». Cuando la semana pasada la presidenta de la comunidad acudió al Ajuntament, le informaron de que la ayuda había sido revocada. La comunidad ya había invertido miles de euros en los servicios de un arquitecto y en una reparación urgente para poder presentarse. «No me entra en la cabeza que te la den y luego te la quiten», se quejaba la afectada.

Desde Urbanisme han señalado que algunas subvenciones «no tardarán en pagarse» pero hay otras que no se abonarán porque «no se ha presentado la documentación correctamente». «Cuando lo hagan se hará el pago», apostillan. De cara a 2025, desde Cort se han limitado a señalar que están «a la espera de la aprobación de los presupuestos» para fijar las partidas de próximas ayudas.