Visita institucional por el inicio de las obras del CAZ y el alumbrado de Playa de Palma. | Pilar Pellicer

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Las obras del colector de aguas pluviales y el alumbrado de la Playa de Palma se prolongarán siete meses adicionales y costarán casi 1,5 millones de euros más, que tendrá que asumir íntegramente el Ajuntament pese a que el proyecto contaba con fondos europeos y otras fuentes de financiación. La Junta de Govern aprobó ayer una modificación que extiende la fecha límite hasta el 23 de diciembre de 2025, cuando originalmente se esperaba tener terminados estos trabajos el 21 de mayo. Se trata de un proyecto doble: por un lado moderniza el alumbrado de la Platja de Palma (entre otros motivos, para dotar de más seguridad esta zona turística) y por otro, renueva un colector de aguas pluviales de aproximadamente 30 años de antigüedad. Esta infraestructura, de unos cuatro kilómetros de recorrido, resulta crítica para evitar vertidos al mar. Las dos actuaciones se adjudicaron a una unión temporal de empresas (UTE) en septiembre de 2023.

El proyecto del colector ascendía a cinco millones, de los que cuatro iban a cargo de fondos europeos. En cuanto al alumbrado, el dinero procedía de cuatro fuentes distintas: de capitalidad, de una partida antigua del Consorcio Platja de Palma, del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) y recursos propios. El presupuesto original para las dos actuaciones superaba los 9,4 millones, de modo que el incremento roza el 18,9%.

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Desde el Ajuntament han justificado los cambios en que el parón veraniego ha sido más largo a lo previsto. De hecho, las obras siguen paralizadas hasta el 20 de octubre. Esta pausa viene marcada por la normativa municipal que regula los ruidos y las vibraciones durante los meses de mayor presencia de visitantes, y estaba ya planificada. Con todo, iba a durar tres meses y finalmente han sido seis por el alargamiento de la temporada turística. Además, la portavoz municipal, Mercedes Celeste, explicó que los cambios también responden a imprevistos surgidos durante la ejecución. Se detectó que el colector estaba «más deteriorado de lo que en un principio se creía».

El PSOE ha cuestionado ese argumento considerando que el retraso se debe a motivos injustificados. La regidora Angélica Pastor responsabilizó al equipo de gobierno por la «falta de empuje» de las obras, por no haber hecho «un seguimiento como tocaba». Además, en el PSOE comparan este caso con las licitaciones de marquesinas que ahora está revisando la EMT. El concejal de Mobilitat, Antoni Deudero, habló de «irregularidades» al referirse a aquel asunto en el pleno, unas declaraciones que han levantado polvareda en las filas socialistas. Las obras en las paradas también se financiaban con fondos europeos pero hubo un incremento de costes que recae en el consistorio. También en ese caso hubo un alargamiento de plazos. «El argumento cae por su propio peso», apostillaba por ello Pastor tras conocer el aumento de precio del proyecto de la Playa de Palma. Además, los socialistas recuerdan que las licitaciones de la EMT fueron justificadas por un técnico municipal y avaladas por intervención.