Imagen de la plaza principal de la barriada de Son Ferriol. | F.F.

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Con más de 10.000 habitantes en el núcleo, que pueden llegar a ser otros mil más teniendo en cuenta la población rural o la presencia de espacios del rango de s'Hostalot, Son Ferriol se considera oficialmente como un barrio que para muchos puede ubicarse o definirse como un pueblo dentro del mapa de Palma. Con un tejido social, económico -todavía con marcado carácter agrícola- y deportivo muy bien definido, ese espacio de la capital mallorquina cuenta con el grueso de las infraestructuras necesarias como para gozar de autonomía pese a su distancia con la ciudad en sí.

El esperado -desde hace décadas- instituto está en camino, siendo la gran reclamación histórica en materia educativa, tal y como recuerdan desde la sólida Associació de Veïns de Son Ferriol. Jordi Llabrés y Mateu Cabot son el presidente y vicepresidenta de la entidad, que reúne a más de un centenar de asociados, que no pagan cuota, pero que se gestiona de una manera coherente para poder organizar eventos como las fiestas de verano, Sant Antoni o la Nochevieja.

Uno de los tramos de la Avenida del Cid. Foto: F.F.

Otra infraestructura que se mejorará será el PAC, que mantendrá su ubicación, siendo por ahora el cercano Hospital de Son Llàtzer la alternativa más fiable. En materia de comunicaciones, las frecuencias de la EMT se ven reforzadas por las del TIB, aunque en ese punto señalan la necesidad de completar el carril bici hasta Palma o el Coll d'en Rabassa, con un espacio en blanco en dirección a Son Morro de poco más de medio kilómetro. «Pedimos poder ir legalmente hasta Palma», apuntan.

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La otra gran petición es la presencia de un puesto fijo de la Policía Local de Palma que cubra ese gran espacio geográfico y la alta cantidad de población de Son Ferriol y zonas colindantes. El incivismo en forma de coches y motos circulando a alta velocidad, especialmente de madrugada y los fines de semana, y por la apertura hasta altas horas de la madrugada de locales cuyos ruidos molestan a los vecinos son algunas de sus inquietudes dentro de un espacio que consideran seguro, agradeciendo la respuesta siempre efectiva de la Policía Local y del Policía de Barrio.

Acceso a Son Ferriol desde el anterior trazado de la carretera de Manacor. Foto: F.F.

Una Oficina de Atención al Ciudadano (OAC) y el Casal de Barri sirven de nexo con la administración y los servicios municipales para los vecinos de Son Ferriol y otros núcleos, quienes agradecen la mayor presencia de Emaya, que se plasma en mayor limpieza, pese a que zonas de la periferia quedan descuidadas durante meses. Tapar el escenario de la plaza o alzar algunos pasos de peatones para nivelarlos con el fin de facilitar el paso de sillas de ruedas se presentan como otras peticiones del colectivo vecinal.

Exteriores del Casal de Barri de Son Ferriol. Foto: F.F.

Volviendo al capítulo de la movilidad, la falta de aparcamiento cuando se producen grandes eventos es otra demanda de la Associació de Veïns de Son Ferriol, una barriada que cuenta en cuanto a infraestructuras deportivas con una piscina municipal a la que da nombre la medallista olímpica Marga Crespí, su emblemático campo de fútbol y un club ciclista que organiza una de las carreras más emblemáticas del calendario isleño.

Destacan desde el colectivo la eficiencia de la coordinadora de Distrito de Cort, Paquita Oliver, a la hora de ayudar a mantener la dinamización de un barrio con mucha vida y una personalidad bien definida, pese al enorme crecimiento experimentado a lo largo de las últimas décadas y la llegada de nuevos perfiles de vecinos y residentes que han enriquecido su peso cultural.