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A las diez de la mañana, el cementerio de Palma tenía una afluencia muy escasa de público en esta jornada de Tots Sants desangelada. El Ajuntament ha anunciado el cierre a las 14.00 horas por la DANA que se cierne sobre la Isla y por la que se ha decretado alerta naranja. Dos lazos negros enormes se sitúan junto a la puerta del camposanto: un recuerdo para todas las víctimas del desastre del Levante. son días de duelo y DANA y hay un ambiente triste e inquietante entre los asistentes.

Lo que habitualmente era un día de homenaje y celebraciones, este viernes se ha convertido en una jornada gris, con prisas y temor, mirando las nubes con respeto. «Esto tendría que estar más lleno», reconoce Miquel Gomila, jefe del cementerio, pero advierte que «mucha gente se ha adelantado y el jueves y el miércoles dejaron las flores antes». A las dos menos cuarto se desalojarán los cementerios municipales de Palma, se espera que por la tarde llegue lo peor de la tormenta.

Miquel Gomila y Carlos Martínez de Tejada, junto al personal de EFM a las puertas del cementerio

«Es una jornada muy extraña, pensaba que el Tots Sants de la pandemia lo era más, por el control de acceso y aforos, pero aquí ahora se ha decretado un cierre total», señala Gomila. En una jornada como hoy estaba previsto que viniera unas 15.000 personas, 25.000 durante todos los días que están abiertos los cementerios. Este viernes, a la espera de la tormenta, la cifra ha caído en picado, aunque la semana que viene estarán abiertos de lunes a domingo con horario especial, de ocho de la mañana hasta las 21.00 horas.

El gerente de la Empresa Funeraria Municipal (EFM) de Palma, Carlos Martínez de Tejada, reconoce que «es un día extraño. El bus especial que conecta con el cementerio que se mantendrá hasta las 14.00 horas». Martínez habla maravillas del cementerio de palma, de su valor arquitectónico e histórico. «Aquí está enterrado uno de los mejores tenores del mundo, Francisco Mateu 'Uetam', pero también una aviadora famosa, Jean Batten, que realizó el primer vuelo en avión desde Inglaterra hasta Nueva Zelanda».

El Árbol de la Memoria está dispuesto en la entrada. Este año es un olivo y si el año pasado, cuando se inició esta iniciativa, tenía las ramas repletas de mensajes de aquellos que querían decir unas palabras a sus seres queridos, este año tiene pocos mensajes. Como ya ocurrió el año pasado, este olivo será plantado dentro del cementerio y los mensajes se meterán en una cápsula del tiempo, bajo el árbol.

Suena un trueno. Una pareja de jubilados, Margarita Méndez y Sebastián Prats, han adelantado su visita. «Hemos venido antes que otros años y ahora nos vamos a Inca. No tendríamos que ir, pero bueno...», hay cierto desacuerdo en las palabras de Margarita, pero son días de acudir a los cementerios repartidos por la Isla y ver a la familia. Eso sí, a mediodía, todos metidos en casa, a la espera de las lluvias copiosas.

Otro trueno suena a las once y cuarto. La gente aprieta el paso. Hay que llegar a casa cuanto antes y buscar refugio. Los palmesanos van llegando a cuenta a gotas, paraguas en mano, con chaqueta y flores en la mano. «¿Cómo están las nietas? ¿Están bien?», se preguntan unos a otros. El día de Tots Sants es una jornada para recordar a los que ya no están pero también de encuentro con los que siguen vivos.

Pilar, Álvaro y Paula también han adelantado la visita. «Estamos preocupados por lo que ha pasado ne Valencia», dice Pilar. Paula, contundente, señala que «espero que pongan los medios que hay que poner para atender a los afectados y así el Ejército esté para lo que tenga que estar». el cielo se oscurece, un niño en brazos de su madre dice «va a llover». El callejero de sepulturas del cementerio de Palma está inusualmente desierto. Se han cancelado todos los actos oficiales del Consistorio y también los de Memòria de Mallorca en señal de duelo por lo ocurrido en el Levante.

Una vecina de Palma se muestra sorprendida al preguntarle si ha adelantado su visita. «No sabía que iban a cerrar el cementerio. No he leído los periódicos, yo me informo por la tele». Eso sí, sabe que hay alerta naranja y se muestra preocupada por las goteras de su casa. Este viernes pondrá cubos en el salón. Un hombre se lamenta: le han robado los centros de flores que había colocado. Hay ladrones que no respetan la memoria de los muertos.