Paseo central de la calle Metge Josep Darder, bajo el que se construirá el estacionamiento. | Alejandro Sepúlveda

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Los vecinos de Pere Garau consideran un error el proyecto de aparcamiento en Metge Josep Darder: «Es una medida populista a la que le falta diagnóstico y un análisis serio», declaran desde Flipau amb Pere Garau. La Junta de Govern aprobó a finales de octubre el proyecto ejecutivo para construir un párking subterráneo ubicado entre las calles Bisbe Cabanelles y Cardenal Despuig, con 536 plazas; de ellas. Cort informó entonces de que las obras comenzarían a lo largo de 2025 y el aparcamiento podría estar operativo en el segundo trimestre de 2027.

Flipau amb Pere Garau recela de este proyecto. Entiende que la buena calidad urbana de la zona la convierte «en el peor sitio para poner un parking». La calle cuenta con 110 árboles «adultos y sanos» que según la entidad peligrarían con el proyecto, además de un parque infantil: «Con un parking debajo de la plaza no crecerán árboles, porque no tienen suelo. Cuando las grandes ciudades hacen aparcamientos subterráneos tienen serias dificultades para renaturalizar la zona».

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Para Flipau amb Pere Garau, «es como si se destroza ahora Nuredduna, después de la reforma, para hacer un parking debajo, no tiene mucho sentido». La plataforma vecinal que lamenta que es un proyecto «que se lleva heredando legislatura tras legislatura». «El principal reto que tiene este barrio es el aumento demográfico salvaje que no ha sabido entender Urbanismo. Se siguen construyendo casas sin parking», lanzan.

Zona Ora

«Resulta sorprendente que en una zona que no tiene ORA se planteen una inversión de 18 millones, y nos genera muchas preguntas, como qué grado de rotación residencial habrá y qué pasará con los actuales aparcamientos en superficie», han indicado desde la asociación. La entidad pide al Ajuntament que opte por la prometida ampliación de la ORA como «alternativa más barata y eficaz», y añaden que además podría contribuir a evitar coches abandonados y espacios ocupados por talleres ilegales.

Igualmente, los vecinos creen que los accesos al aparcamiento generarán embotellamientos. Temen que el punto se convierta en un parking disuasorio que se utilice para acceder al centro, y vaticinan que saturará la zona haciendo más difícil aparcar para los vecinos. Otra de las grandes incógnitas es el coste de los aparcamientos, incluso si hay una reserva para vecinos: «Ahora aparcar en la calle es gratis, y la ORA cuesta sólo 24 euros al año, pero con las obras quitarán plazas».