Vídeo faciiliado por los vecinos del Rafal que denuncian los ruidos a todas horas de los perros. | R.D.

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La paciencia de un grupo de vecinos de la barriada palmesana del Rafal está llegando a su límite. Más que meses, llevan años soportando los ladridos de varios perros, procedentes de los domicilios de su propietarios. Unos ruidos que se producen a todas horas, cualquier día del año, pero que especialmente resultan molestos en determinadas franjas horarias, afectando al descanso de los residentes en ese rincón de Palma, que no encuentran solución a un problema enquistado.

Porque de manera especial, los canes alteran la convivencia en momentos delicados como el amanecer, «sobre las 6:30 empiezan muchos días a ladrar sin parar», refiere uno de los vecinos, e incluso esas molestias se prolongan hasta bien entrada la noche: «A veces son las 22:30 y siguen ladrando», añaden. Explican, además, que son animales que pasan el día solos en casa, por lo que se les puede escuchar en cualquier momento de la jornada, pero que además, cuando salen a la calle se pelean con otros perros, provocando de nuevo ruidos y molestias que muchas veces resultan contínuas.

Ese peligro se extiende a la posibilidad de que, esos perros tan nerviosos pudieran provocar algún daño a algún vecino, residente o transeúnte en cualquier momento, generando una inquetud enorme en la zona, donde el malestar entre los vecinos ya es patente, trasladándoselo incluso en alguna oportunidad a los propietarios, que ignoran las quejas de los afectados y muestran una pasividad que irrita más al vecindario del Rafal.

«A veces los sacan a pasearlos, se pelean con otros perros y no hacen nada. Y si les dices algo, no te hacen ni caso. Y hay gente que se va a pronto a dormir para levantarse pronto a trabajar y otros con bebés que los sufren especialmente», apuntan visiblemente molestos los residentes y víctimas de una situación que se plantean trasladar al Ajuntament de Palma para que tome medidas.