La sección etnológica del Museu de Mallorca, situada en el Casal
dels Simó de Muro, se encuentra en una situación lamentable, tanto
por el edificio que lo alberga como por los objetos expuestos.
El museo fue inaugurado en 1965 y pretendía recoger la forma de
vida de un pueblo, sus artes populares y sus oficios artesanos. La
planta baja se reconstruyó como una vivienda de unos señores de
pueblo. En la planta superior se instalaron colecciones de
utensilios utilizados en el campo y tres salas fueron dedicadas a
la cerámica popular. Los oficios artesanos se instalaron en una
pequeña casa popular anexa al casal. El Ministerio de Cultura
transfirió la gestión de este museo al Govern balear en 1983.
El panorama que ofrece hoy el museo es triste. Las finalidades
marcadas por el ICOM (International Council of Museums), el máximo
órgano rector de las directrices museísticas, no se cumplen en este
recinto cultural de Muro, especialmente las referidas a la
conservación de los objetos.
El director general de Cultura del Govern, Jaume Gil, que no se
quiso pronunciar sobre el estado del museo, afirmó que «la
Conselleria está pendiente de una inversión de tres millones y
medio para arreglar el tejado del edificio que el Ministerio aprobó
hace un año y medio». «Mientras no se arregle la cubierta no
haremos ninguna actuación en el museo», agregó.
El director del museo, Guillem Rosselló Bordoy, acusó a los
responsables políticos: «No he recibido respuesta a las quejas que
les formulo. Esto demuestra la falta de voluntad, más que la falta
de presupuesto, de los responsables de la incultura».
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