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La compañía Túnel de Sóller ha decidido recurrir a la vía judicial para exigir compensaciones al Govern por el sobrecoste del paso subterráneo. Rafael Sabater, jefe del los servicios jurídicos de la Conselleria de Foment, confirmó ayer a este diario que la concesionaria ha presentado un recurso contencioso administrativo para restablecer el equilibrio económico financiero del proyecto.

La concesionaria ha tomado esta determinación en base al último informe jurídico elaborado en Presidència por Pedro Aguiló, según el cual el Govern debe asumir el coste de las obras que impuso en su día (el recubrimiento del torrente en la boca de Sóller y la rotonda en la boca sur), pero nada más. Sabater indicó que se podría reconocer extrajudicialmente solamente «parte de lo que piden». Los tribunales deberán decidir si el Govern debe pagar o no compensaciones.

La compañía concesionaria argumenta que en los años de retraso en la ejecución del túnel, el presupuesto del proyecto se duplicó. En 1988, el precio de adjudicación fue de 3.585'9 millones de pesetas, coste que nueve años después superó los 7.000 millones.

Desde el primer día de la apertura del túnel, el 19 de febrero de 1997, Fomento de Construcciones y Contratas SA, accionista mayoritario de la compañía concesionaria, fue consciente de que la construcción del paso subterráneo no se rentabilizaría en los 19 años de concesión que restaba de la explotación (en total, son 28). La situación se ha agravado ya que no se han cumplido las previsiones de que sólo el 17 por ciento de los usuarios tendrían descuento. Es más, en la actualidad, resulta que más del 55 por ciento de los usuarios son residentes de Sóller y Fornalutx con derecho a bonificación.

El túnel, una pesadilla para el Govern
No hay manera de que el Govern se desprenda del túnel de Sóller. Ahora los problemas son diferentes. La Conselleria de Foment tiene claro que no asumirá más coste que el que le corresponde por mucho que pida la concesionaria. Las negociaciones realizadas hasta ahora se han llevado a cabo de forma civilizada, pero no ha habido manera de llegar a un acuerdo. De hecho, la concesionaria quería evitar ir a los tribunales pero por ahora no hay manera de rentabilizar el túnel. Durante este tiempo, Túnel de Sóller ha realizado varias propuestas que se han rechazado, entre ellas, alargar el periodo de concesión.

A ello se ha sumado, el problema de las tarjetas. La concesionaria ha solicitado retirar más de 500 bonificaciones.