Las obras de la reforma circulatoria en la avenida Antoni Maura de
es Pont d'Inca están casi acabadas. Los cambios de dirección en
varias calles laterales ya se han producido y sólo queda ampliar
las calles Sa Farinera y Sa Cabana. Sin embargo, siguen
produciéndose largas retenciones.
Las horas punta, coincidentes con las entradas y salidas de los
colegios, se convierten en auténticos caos, y son especialmente los
vehículos que vienen de Palma en dirección a Inca los más afectados
por los retrasos, teniendo en cuenta que las colas llegan hasta
bien pasado el Vivero, produciéndose esperas de hasta 15 minutos.
Algunos vecinos de es Pont d'Inca Nou han asegura a Ultima
Hora que para llegar de Can Lloro a su casa necesitan, al
menos, de 20 minutos.
La alcaldesa de barrio de es Pont d'Inca, Margalida Mesquida,
cree que se trata de un problema grave y espera que sea solucionado
a corto plazo, pero por el momento son una realidad las largas
retenciones. En su opinión, la solución está en la regulación del
semáforo de es Pont d'Inca, dando más tiempo a la luz verde y
posibilitando así la circulación de más vehículos en cada
turno.
El portavoz de la Asociación de Vecinos de es Pont d'Inca, Pere
Fullana, se muestra muy indignado con la actual reforma. Para él,
con los cambios introducidos se ha conseguido crear más
embotellamientos de los que ya había.
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