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La junta directiva de la Asociación de Padres y Madres (AMPA) del Colegio Jaume III de Llucmajor ha decidido pedir la dimisión del inspector de zona del centro porque la Conselleria d'Educació penalizará a los 600 alumnos del colegio que no han acudido a clase estos últimos cuatro días en señal de protesta por el mal estado del colegio y la falta de seguridad.

El inspector de zona, Francisco Garcia Moles, ordenó a los profesores del centro de Llucmajor que pasarán lista cada día y penalizarán con faltas de asistencia a los alumnos que faltaran a clase. Esta decisión ha indignado al colectivo de padres. El vicepresidente del AMPA, Miquel Cardell, explicó que «la asociación ha pedido la dimisión del inspector porque creemos que este señor debe comprender la situación que se vive en el centro y no ordenar penalizar con faltas de asistencia».

Fuentes de la Conselleria d'Educació aseguraron que «es obligación del inspector hacer cumplir lo estipulado y si los alumnos no asisten a clase deben tener una falta de asistencia. Más que nada por llevar un control del alumnado. No va a pasar nada más con este tema».

Las faltas de asistencia no repercuten en la calificación final del alumno, ya que sólo se trata de seguir un control de escolarización.