El PSOE de Marratxí rechazó ayer las críticas del Partido Popular
en torno al nuevo planeamiento urbanístico, y al igual que hizo
Antoni Montilla, portavoz conservador, el socialista Martí Serra,
teniente de alcalde y delegado de Urbanismo, se trasladó a Ciutat
para exponer sus planteamientos.
Serra indicó que Marratxí arrastraba una situación urbanística
caótica iniciada por el ex alcalde conservador Guillem Vidal que
«favoreció las urbanizaciones ilegales».
«Nosotros no partimos de cero sino de un plan urbanístico
iniciado en 1975 y aprobado por el PP en 1987 en que se permitían
el desarrollo de urbanizaciones y se cargaban grandes fincas
rústicas ubicadas entre la carretera de Inca y la carretera vieja
de Bunyola (sa Cabana, Son Macià, Son Verí, Son Ramonell...)»,
explicó Serra, quien criticó que, además, Guillem Vidal y Antoni
Montilla otorgarán el interés social a instalaciones como Bon
Sosec, el campo de golf de Son Verí (que no se ha desarrollado), y
al centro de Son Cos.
Martí Serra expuso que las Normas Subsidiarias aprobadas de
forma provisional por el Ajuntament hace unos días reduce el techo
poblacional de Marratxí a 65.559, prácticamente la mitad de
ciudadanos que preveía el planeamiento de 1987 que se elevaban a
127.342. El nuevo planeamiento, agregó, desclasifica 1.177.200
metros cuadrados de nuevas urbanizaciones y aumenta la superficie
de espacios de ocio públicos a 648.251 metros cuadrados.
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