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La Festa de l'Àngel marcó ayer la celebración de las últimas romerías de Pascua. De todos los pancaritats, el del Puig de Santa Magdalena de Inca fue el más bullicioso, participativo y también el más político por la cercanía de las elecciones. Todos los partidos montaron sus chiringuitos y el presidente Jaume Matas no se perdió esta cita. Los partidos participaron en el concurso de paellas y el PP ganó el primer y el segundo premio en la categoría de paellas mas grandes.

En Santa Maria la fiesta se celebró en la ermita de Son Seguí donde el equipo de cocineros de Can Beia preparó una paella gigante. De forma similar vivieron los vecinos de Sa Cabaneta su pancaritat en Son Veri. En otros pueblos no fue la paella la estrella gastronòmica. Así ocurrió en Sencelles donde los vecinos se desplazaron hasta la casa de la Beata. Los organizadores apostaron por el arrot brut.

Los alaroners, como manda la tradición, subieron al castillo para venerar a la Verge del Refugi.