El alcalde de Sóller, Joan Arbona, y el conseller de Medi Ambient
del Govern balear, Miquel Ramis, inauguraron ayer el tratamiento
terciario de la depuradora del municipio, si bien esta instalación
ya lleva funcionando desde hace unos meses.
Las obras efectuadas para que la estación que trata las aguas
fecales de Sóller y el Port dé salida a un líquido en condiciones
de ser utilizado para el riego de explotaciones agrícolas ha
supuesto una inversión de 99, 7 millones de pesetas. La
financiación ha correspondido en un 80% a la Unión Europea,
mientras que el 20% restante ha sido aportado por la Comunitat
Autònoma.
El tratamiento terciario consiste en un mecanismo que mejora la
calidad del agua depurada, eliminando nutrientes mediante el uso de
filtros de arena silícea y utilizando rayos ultravioletas (UVA).
Estos rayos son radiaciones electromagnéticas que provocan en los
organismos una alteración del código genético, lo que impide su
reproducción y se consigue así una mayor desinfección de las aguas
depuradas, sin tener que acudir a la aportación de productos
químicos.
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