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La ancestral tradición de la Dansa de les Àguiles de Pollença hace del domingo del Corpus una cita obligada para muchos. Ayer, esta tradición volvió a ser la protagonista de las calles del municipio.

Encarnar los dos míticos personajes es un honor para las jóvenes que son elegidas cada año por sorteo entre todas las que se presentan. Este año han sido las protagonistas Maria Amengual Vila, de 19 años, y Maria Cifre Cánaves, de 18, junto al joven Joan Alcalá que ha representado a Joan Palós.

Las «Àguiles» de Pollença, al igual que otras tradicionales fiestas como los Moros y Cristianos, se repiten cada año con la misma solemnidad y sin variar ni un ápice del año anterior. Sin embargo, los pollencins lo viven como algo especial. Ayer en Pollença, las «Àguiles» y Joan Palós danzaron y crearon este espectáculo único que, como en un túnel del tiempo, transporta a recuerdos que datan del siglo XVI.

Las joyas antiguas y el ancestral baile requieren una minuciosa preparación. Son las familias de las «Àguiles» la encargadas de recoger todas las joyas, alrededor de 5 kilógramos de oro cada una, que lucen entre las capas, la corona, brazos y manos, y la danza ha sido ensayada minuciosamente.

En el día del Corpus se invierten más de tres horas para engalanarse, todo bajo la dirección de Jerónima Frontera, que desde hace 26 años es la peluquera de las «Àguiles». Cuando todo está preparado, la procesión sale en Pollença acompañada de las «Àguiles».