La casa que se encuentra situada entre la iglesia parroquial y el
palacio de Aiamans ha comenzado a ser reformada por su propietario,
el aparejador Bartomeu Ramon, con el objetivo principal de
convertirla en un pequeño hotel urbano.
Este edificio, con más de dos siglos de antigüedad, formaba
parte del Palau d'Aiamans, y era utilizado como las caballerizas y
como vivienda del personal del servicio que trabajaba para los
condes. Después pasó a manos de la familia March y ahora es
propiedad de Bartomeu Ramon.
A pesar de que el propietario aún no ha solicitado las licencias
para destinar la vivienda a la actividad turística, considera que
ésta es la más adecuada para un tipo de vivienda de estas
características: «Si se tuviese que poner a la venta como vivienda
sería extremadamente cara, y, desde luego, no tengo ninguna
intención de vendérsela a un alemán».
El propietario comenzó la rehabilitación por la fachada, y se
acogió para ello a las ayudas del Pla Mirall. Después ha continuado
los trabajos con la rehabilitación interior, que cuenta con una
superficie de 740 metros cuadrados dividido en planta baja y dos
alturas.
Con la rehabilitación se han descubierto antiguos elementos
arquitectónicos, y además se han aprovechado vigas, tejas y trozos
de empedrado para la construcción actual, siempre respetando el
estilo de construcción tradicional.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.