Apenas tres días después del 13-J, los partidos mayoritarios han
dado órdenes a sus cabezas de lista de los municipios en los que
hace falta un pacto para elegir alcalde a que esperen cómo se
resuelve la titularidad del Consolat de la Mar. Después de dos días
de escarceos y contactos informales, ayer todo el mundo quedó
parado. A la espera de órdenes. El «número 1» de la lista del PSOE
en uno de los municipios en los que tiene posibilidades de gobernar
con UM fue explícito ayer: «Desde el partido me han dicho que no me
mueva, que espere acontecimientos». En el PSM también se ha dado
orden de no precipitarse, aunque se puede ir negociando.
Entre el PSOE y el PSM parece que no habrá problemas a la hora
de consolidar mayorías. Así, los nacionalistas podrían recibir el
apoyo de los tres regidores socialistas en Son Servera para que
Antoni Cànoves, que ha logrado cuatro ediles, sea el alcalde. A
cambio, Ramon Socias, con cinco regidores, obtendría el soporte del
PSM, que logró cuatro, en Sóller. En Binissalem, el PSOE de
Salvador Cànoves se ha ofrecido a un pacto con los nacionalistas
para conservar la presidencia municipal, y lo mismo ha sucedido en
Algaida entre los mismos protagonistas para que Jaume Jaume siga
con la vara de mando.
La situación se complica donde los potenciales pactos dependen
de Unió Mallorquina. Los ayuntamientos «importantes» que aún están
en el aire y en los que el potencial pacte de progrés puede decidir
son Alcúdia, Pollença, ses Salines, Andratx y Felanitx.
Por citar un ejemplo, desde la dirección del PSM se apunta a que
este partido estaría dispuesto en principio a que la Alcaldía de
Porreres sea para UM con su apoyo. A cambio, se negociarían los
casos de Llubí y Búger. Eso siempre que fructifique un nuevo pacte
de progrés a escala autonómica. «No tiene sentido alcanzar según
qué tipo de acuerdos si luego UM llega a un acuerdo con el PP»,
señalan desde el PSM.
En cambio, en UM, impera la prudencia. Unió Mallorquina aspira a
alcanzar las apetecibles alcaldías de ses Salines y Alcúdia, pero
en ambos casos necesita el apoyo de los socialistas. En los dos
casos, los portavoces del PSOE, Antoni Perelló y Antoni Alemany,
respectivamente, han anunciado su predisposición «pero no a
cualquier precio».
El cambio de cromos a estas dos posibles alcaldías se produciría
en Felanitx y Pollença. En el municipio de Llevant, el PP ha sido
la lista más votada y ya ha hecho un acercamiento a UM. Sin
embargo, Miquel Julià, el candidato nacionalista, ha advertido que
«hasta pasado el fin de semana no habrá ninguna negociación», en
una clara advertencia de dejar pasar el tiempo para ver qué pasa en
Palma. En ese municipio, Miquel Riera (PSOE) sería el beneficiario
de un pacto local de progreso, pues el candidato del PSM, Jaume
Binimelis, ya ha advertido que pueden contar con él y su compañero
de lista que ha obtenido acta de concejal.
En Pollença, el PP se ha aproximado a UM para establecer un
pacto, en el que también entrarían los independientes del Port y
Unpi. Sin embargo, Guillem Matheu, ha dicho que aún es pronto. La
alternativa, por la que abogan PSOE y PSM, son el apoyo de UM,
supondría la Alcaldía para la socialista Francisca Ramon.
En Sineu, UM también decide con sus dos ediles. Los
independientes de Andreu Matas, próximos al PSM, pueden conservar
el Ajuntament si alcanzan un acuerdo con UM o perderlo si éstos se
casan con los populares de Apol.lònia Llull.
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