La Policía Local ha puesto en marcha un dispositivo para erradicar
el exceso de ruido que producen los ciclomotores que circulan con
el tubo de escape modificado.
Los agentes comenzaron los controles sobre ruidos y también de
alcoholemia la semana pasada. Casi a diario, una dotación policial,
acompañada también en ocasiones de agentes de la Guardia Civil,
realizan controles en diferentes puntos de la ciudad. El sargento
de la Policía Local, Baltasar Perelló, afirma que «los ruidos son
la plaga de cada verano». Con el fin de controlar el exceso de
ruido, y ante las continuas quejas de los vecinos, la Policía ha
decidido poner controles en diferentes puntos de la ciudad. Perelló
explica que para poner remedio a una situación que se repite verano
tras verano «lo más eficiente es poner más control y aumentar las
medidas represoras».
Los dispositivos policiales se colocan en puntos estratégicos
con el fin de interceptar al máximo número posible de infractores.
Cuando un ciclomotor sobrepasa los límites legales establecidos de
emisión sonora, los agentes de la policía proceden a requisar el
vehículo e informar al infractor que, además de tener que pagar una
sanción administrativa de 7.000 pesetas, está obligado a que su
ciclomotor pase la Inspección Técnica de Vehículos, con el fin de
eliminar cualquier deficiencia en el tubo de escape.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.