TW
0
ANTONI BETTI/MIQUEL BAUÇÀ Un acuerdo de gobierno entre PSOE y PP ha dejado de ser una utopía y en Puigpunyent es realidad desde el sábado. No hay un pacto firmado pero sí el compromiso del trabajo conjunto.

El batle, Josep Muncunill, que asistió a su investidura interrumpiendo las vacaciones, prosigue su descanso hasta el próximo lunes. En su ausencia, los dos primeros tenientes de alcalde, Sebastià Bauçà (PSOE) y Gabriel Flaquer (PP), compartían ayer despacho en la provisional Casa de la Vila de Galilea y analizaban las primeras actuaciones a realizar: Acabar las obras del Ajuntament, arreglar el Camí de sa Vela y el repetidor de TV y organizar las fiestas.

No tienen dudas sobre la legitimidad de su acuerdo, por el que el único edil popular ha dado la Alcaldía al candidato socialista. Las cúpulas de ambos partidos estaban informadas y dejaron hacer la voluntad de sus representantes. «El pueblo lo ha aceptado admirablemente», dice Flaquer, añadiendo que «lo importante es trabajar juntos para el pueblo, al margen de las siglas; las personas están antes que los partidos». Sobre los motivos del pacto, Bauçà y Flaquer lamentan que la candidatura independiente del ex alcalde Arbona no haya querido negociar antes de la constitución del ayuntamiento.