Uno de los pantalanes flotantes instalados durante las últimas semanas en el Port de Sóller.

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MARIA VAZQUEZ En uno de los últimos consejos de gobierno del Ejecutivo autonómico se acordó destinar 24 millones de pesetas a la instalación de dos pantalanes flotantes, que tendrán capacidad para unos 48 puestos de amarre para embarcaciones deportivas y de recreo. Sin embargo, esta infraestructura ya instalada no conseguirá descongestionar la bahía de Sóller, y así se ha puesto de manifiesto este último fin de semana, en el que han llegado a fondear cerca de un centenar de embarcaciones de recreo, con los consiguientes problemas ambientales que ello supone.

La instalación de los dos pantalanes ha costado unos 24 millones de pesetas. Esta actuación va acompañada de la redacción de un Plan Director del Port de Sóller, presupuestado en 36 millones de pesetas, ideado para planificar el aprovechamiento racional e integral de las edificaciones portuarias y la distribución de usos portuarios y de amarres.

Este plan tiene la intención de finalizar en el año 2002, que será cuando ya entrarán definitivamente en funcionamiento las instalaciones definitivas. En su conjunto, están previstas inversiones por un total de 900 millones de pesetas. Las dos primeras actuaciones han sido la habilitación de 40 puestos de amarre en 1998 y otros 48 en 1999.

Entre las prioridades del nuevo alcalde, Joan Arbona (PSM), figura la intención de «agilizar la totalidad de las obras de infraestructura del Port, especialmente en las antiguas instalaciones de la base naval, que sea dotada de todas las infraestructuras, que descongestione la bahía y permita la regeneración de las playas».