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Alaró y Binissalem son los únicos municipios de la Isla que no han iniciado las obras del Pla Mirall que gestiona la Conselleria de Medi Ambient. En Alaró hay una inversión prevista de 97'4 millones de pesetas para la pavimentación del núcleo histórico de la localidad, y en Binissalem está aprobada una obra de 76 millones de presupuesto, que consiste en la remodelación de la Plaça de l'Esglesia. Ni uno ni otro municipio han adjudicado el proyecto.

El grado de ejecución también es bajo en Campanet, donde se ha adjudicado sólo una obra valorada en 969.375 pesetas. Faltan por llevar a cabo seis proyectos por un importe de 21'5 millones.

Esporles también va rezagado en la ejecución de estas obras. Ha adjudicado dos obras que cuestan 11'3 millones, pero faltan por adjudicar otros siete proyectos valorados en 43'5 millones.

Inca también lleva un retraso considerable. El Ajuntament ha adjudicado obras que cuestan 96'4 millones de pesetas, pero resulta que le queda por hacer obras cuyo presupuesto asciende a 485'1 millones de pesetas. La mayoría son mejoras de plazas y calles.

La situación de Marratxí es similar. Ha adjudicado obras, pero le queda lo mayor. Se ejecutan tres obras que cuestan 98'3 millones, aunque le quedan cinco por un valor de 314 millones de pesetas. Entre otras, falta por realizar la reordenación de la Plaça Sant Marçal.

Muro tampoco tiene prisa en realizar estas obras. Al Ajuntament de esta localidad le quedan por invertir 907 millones en seis proyectos. Por ahora, ha adjudicado 5 valorados en 114 millones.

Los más eficaces en la tramitación de las obras han sido Petra, Porreres o Valldemossa. El Consistorio de Petra ha adjudicado 16 proyectos que han costado 106 millones y sólo le queda una obra "iluminación de la zona de sa Creu" por adjudicar. A Porreres también le queda una obra por adjudicar "zona verde del Molí d'Amengual". Otros siete proyectos valorados en 120 millones ya se han contratado. El Ajuntament de Valldemossa ha adjudicado ya 38 proyectos valorados en 126 millones y sólo le queda la dotación de arbolado en la periferia.

Otras localidades como Manacor o Sant Llorenç han adjudicado, más o menos, la mitad de las obras del Pla Mirall de Medi Ambient.