El Ajuntament hará cumplir la ordenanza que regula la colocación de
las mesas en las terrazas de los bares y restaurantes del paseo
marítimo del Port ante la anarquía que se ha producido desde que se
inauguró. En unos días, sólo se permitirá colocar las mesas desde
el establecimiento hasta la barra, unos nueve metros de largo, y de
ancho, los metros de fachada del local.
Ésta será la primera medida que tomará el Ajuntament después de
que los responsables municipales escuchasen ayer las sugerencias de
los comerciantes en un reunión durante la cual el alcalde Miquel
Ferrer les explicó las mejoras que se pretenden llevar a cabo en la
zona. En concreto, éstas quieren conseguir hacer más transitable y
habitable el paseo.
El alcalde anunció que se intentará poner «más verde» el paseo y
también se colocarán pequeños estanques repartidos por la zona que
intentarán paliar la sensación de calor, ya que tendrán unos
difusores que refrescarán el ambiente. También se eliminará la
parada de taxis, que será trasladada a la calle Reina Sofía. Si se
permite finalmente el paso del tren turístico, se tendrán que
modificar algunas curvas, aunque el alcalde recordó a los
comerciantes que el pavimento está hecho para ser peatonal, ya que
sólo puede aguantar un peso de 3'5 toneladas. Los mojones que
delimitan el carril serán sustituidos por jardineras y bancos. La
oficina de turismo se instalará debajo de la pérgola. Y el
Ajuntament potenciará, con la colaboración de los comerciantes, la
celebración de actividades festivas en el paseo.
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