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Los vecinos de Petra rememoraron ayer una tradición que se remonta a principios de siglo. Se trata de viajar en carro hasta la localidad costera de Son Serra de Marina con el objetivo de disfrutar de un día de playa. Unos 30 carromatos tirados con su correspondientes caballos, asnos o mulos se dieron cita ayer en la plaza de Petra para revivir la tradición. Lo que ahora es una cosa de lo más habitual del mundo, hace 99 años se realizaba sólo una vez al año y a finales del mes de agosto, acabada la cosecha.

Unas 200 personas de Petra, entre niños y mayores, dejaron ayer su automóvil en el garaje y se montaron en carromato para recorrer los 18 kilómetros que separan la localidad de Son Serra de Marina. Los animales lucían sus mejores utensilios, y los carros fueron adornados con hojas de palmera, globos y papeles de colores. A mitad de camino hubo merienda, con el imprescindible trempó. Al mediodía llegaron a Son Serra, donde nada más saltar del carro se bañaron en el mar. Tras 6 horas de viaje, era preciso refrescarse.