TW
0

Después de muchos años de negociaciones entre los propietarios de 150.000 m2 de la parte trasera de sa Marina de Valldemossa y el Ajuntament, en marzo de 1996 quedó definitivamente aprobada la normativa urbanística del municipio y en ella se contemplaba la ampliación del suelo urbano el Port para poder edificar «ocho casas de pescador» de unos 70 m2, todas forradas de piedra. Aquel documento, en abril de 1995, contó con el informe favorable de Costas.

Cuatro años más tarde, en pleno mes de agosto, los titulares de los terrenos, en los que aún no se ha construido nada, se enteran de que el deslinde ha cambiado y sus terrenos quedan dentro del dominio público, es decir, no pueden edificar. «Nos sentimos desprotegidos, totalmente indefensos», manifiestan los portavoces de los propietarios, quienes señalan que hasta ahora no han construido porque quien más quien menos tiene previsto destinar el solar a la construcción de una vivienda para sus hijos, pues todos ellos ya tienen casas en el Port, donde ya vivían algunos de sus padres y abuelos, pero que tienen «unos derechos adquiridos desde hace años».

La delegada de Urbanismo de Valldemossa, Rosa Estaràs, planteó esta problemática al jefe de Costas en Balears, Carlos Garau, quien según Estaràs admitió que «parece que hay un error». Este periódico ha intentado conocer la versión de Garau en varias ocasiones pero éste no ha contestado. Uno de los aspectos que más ha indignado a los propietarios es que el pasado día 13 de julio, hace dos meses, recibieron una carta de Costas en la que figuraba un deslinde provisional que no afectaba para nada a los ocho solares. «Si no rectifican interpondremos un recurso», han advertido los dueños de los terrenos, que además dicen «no querer entrar en luchas políticas».