La malla metálica que se instala en la falda del Puig Cerdà, entre
los puntos kilométricos 99 y 100 de la carretera Pollença-Andratx,
en el municipio de Andratx, tendrá una superficie aproximada de
2.500 m2. El principal objetivo de la instalación de esta rejilla
es impedir los desprendimientos de rocas, piedras y tierra del
acantilado sobre la calzada, tan habituales cuando se producen
precipitaciones, y así garantizar la seguridad en este tramo
viario.
La red que evitará los desprendimientos y fijará el talud de la
montaña quedará fijada mediante el uso de bulones metálicos de
cinco metros que penetrarán en la roca para quedar anclados. Estos
trabajos están siendo ejecutados por la empresa Stachis SA,
procedente de Tarragona y especializada en este tipo de
labores.
Esta sociedad ha sido subcontratada por la empresa concesionaria
del servicio de mantenimiento y conservación de las carreteras del
Govern, han informado fuentes de la Conselleria d'Obres Públiques.
Esta actuación se está desarrollando entre los kilómetros 99 y 100
de la carretera comarcal 710 dentro del municipio de Estellencs,
entre el límite con Andratx y el mirador de es Grau.
En estos momentos trabajan en la fijación del talud unos diez
trabajadores. Un encargado de la obra indicó que está previsto que
esta actuación esté concluida en un plazo aproximado de dos
semanas.
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