Dos informes firmados por jefe de Disciplina Urbanística de la
Comissió Insular d'Urbanisme de Mallorca y un arquitecto del
Consell de Mallorca concluyen que el Ajuntament d'Andratx otorgó en
1998 a un ciudadano de nacionalidad alemana una licencia de obras
para «obras de reforma y ampliación de una vivienda unifamiliar» en
la zona del Pla de Son Llarg cuando en realidad, tanto los planos
del proyecto como las obras ejecutadas demuestran que se construyó
un edificio casi nuevo por completo.
El permiso municipal permitía reformar y ampliar un edificio ya
existente de unos 120 m2 a los que se debían eliminar 50 m2 porque
daban a un vial, sobre una parcela de 7.113 m2 situada en un
espacio protegido por la Ley de Espacios Naturales. Sin embargo, el
proyecto preveía una vivienda final de 405 m2 construidos,
distribuidos en base a planta baja y primer piso. Así, el informe
del Consell indica que «cuando se compara el proyecto presentado
con lo que queda de la vivienda inicial se deduce que se trata de
un nuevo proyecto de vivienda, ya que no tiene nada que ver la
vivienda final proyectada con los restos de lo que había
antes».
En abril del pasado año, el GOB ya denunció que el Ajuntament
d'Andratx realizaba una «interpretación perversa» de la Ley del
Suelo Rústico. El grupo ecologista entendía que el Consistorio
andritxol utilizaba «de forma fraudulenta» la disposición
transitoria segunda, punto 2, de la citada ley, que permite ampliar
casas edificadas legalmente que no hubiesen agotado los parámetros
autorizados en el momento de ser construidas.
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