La sociedad propietaria de las fincas Aubarca y es Verger firmó
diversos contratos de opción de compra por la cual se comprometía a
vender dos propiedades a una empresa alemana por 900 millones,
según consta en la documentación a la que ha tenido acceso
Ultima Hora . El último contrato se firmó el 15 de
septiembre, y en el documento se daba de plazo hasta el 30 de
octubre para que la sociedad alemana cerrase la operación de
compraventa. Posteriormente, día 29 de octubre de 1999, se firmó
otro documento por el cual la sociedad alemana disponía de 15 días
más para abonar 805 millones de pesetas. Esta empresa ya había
pagado 95 millones a la propietaria de las dos fincas. Es decir, el
precio total de las fincas se fijaba en 900 millones.
Sólo unos días después de que dicho contrato expirase, y a
partir de ese momento los alemanes perdían los 95 millones abonados
como anticipo y sus derechos sobre la opción de compra, el Govern
decidió en la Comisión Interdepartamental de Turismo adquirir las
dos fincas por 1.200 millones de pesetas.
En los contratos de opción de compra (el primero se firmó el
cinco de mayo y se fue renovando hasta en tres ocasiones), la
empresa alemana se comprometía a amortizar la hipoteca existente
sobre las dos fincas, valorada en 60 millones a favor del Banco
Central. Estos 60 millones se incluían en el precio total que los
alemanes estaban dispuestos a pagar por las fincas, 300 millones
por debajo de la operación que cerró el Ejecutivo varias semanas
después.
El propietario de Aubarca y es Verger recibió 25 millones como
anticipo, y el contrato fijaba tres meses de plazo para que la
sociedad alemana abonase otros 45 millones de pesetas. Dicha
sociedad también se comprometía a satisfacer el importe pendiente
de amortización de un préstamo personal concedido a la empresa
propietaria de las dos fincas. Posteriormente, la sociedad alemana
abonó otros 25 millones en concepto de anticipo, que también se
perdieron cuando no se ejerció la opción de compra. El conseller de
Turisme, Celestí Alomar, reconoció en el Parlament tener constancia
de que existía un contrato de opción de compra, pero precisó que
también había cargas, deudas y que, por este motivo, el precio
total pactado con los alemanes superaba los 900 millones. La
versión de Alomar, recogida en el diario de sesiones, contradice
los contratos que están en poder de este periódico. Alomar entendía
que la compra de Aubarca y es Verger era «una oportunidad» para el
Govern.
El Ejecutivo valoró las fincas después de haberlas
comprado
El Govern realizó dos valoraciones de las fincas («una interna y
otra externa», según explicó el conseller Celestí Alomar en el
Parlament el pasado 23 de marzo) después de haberlas adquirido. Los
técnicos de la Direcció General de Patrimoni i Entitats Jurídiques
de la Conselleria de Presidència cifró en 1.238 millones (38
millones más del precio pagado) el valor de las dos fincas de Artà.
Un arquitecto consultado por el Ejecutivo tasó las fincas de
Aubarca y es Verger en 1.518 millones. Estos dos estudios se
realizaron durante el mes de enero, es decir, casi dos meses
después de que el Govern llegase a un acuerdo con el propietario de
las dos fincas. La Comisión Interdepartamental de Turismo celebrada
el 29 de noviembre de 1999 acordó, entre otras cosas, la
adquisición de las dos fincas por un precio de 1.200 millones,
según consta en el acta de la comisión cuya fotocopia aparece en
estas mismas páginas. Ese día se facultó a la Conselleria de
Turisme a iniciar el expediente administrativo de adquisición de
compra, una vez pactado el precio con el vendedor.
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