Varios centenares de comerciantes se reunieron el Jueves Santo ante el Ajuntament de Calvià para protestar por la normativa que regula la superficie mínima de los locales y la obligatoriedad de tener aparcamiento. Foto: JAUME MOREY.

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JOSEP ROSSELLÓ/MIQUEL BAUÇÀ El mayoritario cierre de los comercios en las zonas turísticas de Calvià ha obligado a la alcaldesa Margarita Nájera a renegociar la normativa sobre la superficie mínima de locales y el aparcamiento. El cierre convocado por Fetur el pasado jueves fue seguido, sobre todo, en Palmanova y Magaluf, donde cerraron entre un 70 y 80 por ciento de los locales. En Peguera fue más desigual y en Portals, mayoritario. Según el Ajuntament la repercusión fue mínima, pero aún así asumió el compromiso de reunirse de nuevo el próximo día 2 de mayo para resolver todas las diferencias. Luis Marín, presidente de Fetur, dijo tras la reunión que ahora «parece que hay voluntad» y advirtió que el día 2 estarán reunidos «todo el tiempo necesario».

La alcaldesa, Margarita Nájera, destacó que determinadas patronales, como Afedeco y PIMEM, no han secundado el cierre, y recriminó que incluso algunos directivos de la asociación convocante desconocían algunos aspectos de la normativa municipal del sector comercial. Unos 500 comerciantes, según los organizadores, se concentraron a media mañana del jueves ante el Ajuntament ante un inesperado despliegue de más de 20 policías locales y Guardia Civil. Fuentes municipales redujeron la cifra ostensiblemente. Los comerciantes piden que sólo se exija una plaza de párking a los locales de nueva construcción, y que se permitan traspasos sin cambio de actividad a los locales menores de 40 m2