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Los propietarios de las antiguas possessions del archiduque Lluís Salvador podrán recibir compensaciones económicas por la apertura de sus fincas a los ciudadanos. Años atrás, los dueños decidieron pleitear con el Consell de Mallorca al entender que la declaración del Bien de Interés Cultural con la categoría de «Lloc històric» era perjudicial para sus intereses.

Ahora, el Consell de Mallorca y la Universitat de les Illes Balears trabajan en la redacción de un plan especial de protección de estas doce fincas de Deià (sa Pedrissa, Son Marroig y Son Gallard) y Valldemossa (Son Ferrandell, sa Torre, Can Costa, sa Font Figuera, s'Estaca, Miramar, Son Galceran, Son Gual y Son Moragues) que ocupan 1.700 hectáreas. Los titulares de las fincas tienen conocimiento de la redacción de este plan que «contempla un régimen de visitas», indicó ayer Rafel de Lacy, presidente de la Comissió Insular de Patrimoni Històric del Consell de Mallorca, quien explicó que «el futuro estudio económico y financiero planteará las compensaciones». «Es motivo de compensación el uso de caminos dentro de fincas privadas», comentó de Lacy a modo de ejemplo.

El plan especial de protección de las fincas de s'Arxiduc, que podría estar listo en primavera de 2001, integrará información jurídica, urbanística, patrimonial, histórica y geográfica, lo que convertirá este documento en un «instrumento innovador», dijo de Lacy. Los avances en la elaboración del plan podrán ser seguidos a diario a través de un página en internet de inminente creación, señaló Maurici Ruiz, profesor de la UIB que trabaja en el Laboratori de Sistemas d'Informació Geogràfica i Territorial.