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Esta iniciativa pretende dar mayor fluidez a los trámites de actualización de los catastros. «Estamos preocupados porque esta gestión no es ágil y repercute en los ayuntamientos», explicó Josep Gomila, asesor de la Comissió Insular de Cooperació Municipal.

De hecho, según matizó Margarita Nájera, presidenta de la FELIB, se detectan retrasos de hasta cinco años en la actualización del catastro, lo que supone «serios problemas a las arcas municipales». «Es una grave irresponsabilidad del Ministerio de Hacienda, ya que por una mala gestión los ayuntamientos se ven privados de los ingresos de impuestos (IBI o Patrimonio) que contribuirían a mejorar los servicios municipales», indicó Nájera, quien insistió en que «se produce una gran injusticia por parte de la administración sobre hechos imponibles similares. No se paga la misma cuota tributaria por un solar cuando no está construido que cuando está edificado. Si pasan cinco años sin que se actualice el padrón, el pago prescribe y supone una gran pérdida».

Varios ayuntamientos de Mallorca ya han optado por asumir la actualización del catastro. «En el caso de Calvià, no mantener al día el padrón nos costaba 320 millones de pesetas anuales así que optamos por hacer este servicio desde el Ajuntament aunque nos cueste 50 millones», argumentó Nájera. Además de Calvià, Palma, Andratx, Manacor y Sineu se encargan del mantenimiento de su catastro, pero el resto de municipios depende de Hacienda. «Otra arma que tenemos es preparar a nuestros funcionarios para mantener esta base de datos», agregó la presidenta de la FELIB.