El Ajuntament de Calvià aprobó ayer con los únicos votos a favor
del equipo socialista el convenio urbanístico que posibilita
permutar unos terrenos de 8.000 m2 en Nova Santa Ponça por un solar
de 4.000 m2 en Cala Fornells, hasta ahora propiedad de la familia
Rossinyol. El objetivo del canje es evitar la construcción cuatro
chalets en la primera línea marítima y ganar una zona verde.
Este convenio fue retirado de la orden del día del pleno
celebrado anteanoche porque la empresa promotora Hábitat Gestión
Santa Ponça SL (antes Imisa) hizo llegar al Consistorio un
requerimiento notarial informando que la parcela que iba a permutar
la Corporación no es municipal, sino de la urbanizadora, pues un
convenio de 1989 desafectaba el solar que había sido cedido seis
años antes como compensación por un plan parcial. Antes del pleno
de ayer, representantes de Hábitat y el Ajuntament mantuvieron una
agria reunión. El convenio fue aprobado y el equipo de gobierno
hizo constar que si del requerimiento notarial se derivan
perjuicios al municipio, éste actuará judicialmente contra
Hábitat.
Carlos Delgado, portavoz del PP, denunció numerosas
irregularidades en el expediente, que calificó de «chapuza
intolerable». Delgado dijo que las valoraciones son irreales,
recordó que los terrenos están en un pleito y que la finca objeto
del conflicto aún no ha sido segregada de la possessió de Santa
Ponça. Manel Suárez (PSOE) recriminó a Delgado que no defendiera
los intereses municipales.
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