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«El tiempo de callar se ha acabado. A partir de ahora, todas las acusaciones que se hagan a este equipo de gobierno serán rebatidas». Así de firme se mostró ayer el alcalde de Alcúdia, Miquel Ferrer (UM) tras el rifirrafe que mantuvo en pleno con el portavoz de la oposición, Miquel Ramis (PP). Los populares habían recriminado en el último pleno a los socios del equipo de gobierno (UM-PSOE) el hecho de que uno de sus regidores, concretamente Paco Cladera (UM), acudiera unas horas cada tarde a una agencia de viajes de su propiedad, a pesar de tener dedicación exclusiva en el Ajuntament. En la sesión extraordinaria de ayer se votaba la solicitud de Cladera para compatibilizar ambos cargos.

El alcalde, Miquel Ferrer, insistió antes de votar el punto en que «nadie puede poner en duda la ética, el trabajo, la profesionalidad y la honestidad de Paco Cladera» y agregó que «es honrado ante todo y, por eso, nos ha hecho saber que renunciará a tener como cliente de su agencia de viajes al Ajuntament, a pesar de que compra allí sus billetes desde hace años para evitar así que pueda haber malos entendidos. Eso es honestidad y demuestra quién es Paco Cladera». Los populares no tardaron en confirmar que votarían a favor de esta compatibilidad, pero se mostraron críticos con la explicación del alcalde, «porque insinúa que nos hemos excedido, aunque ninguno ha puesto en duda la profesionalidad de Paco».

El discurso de Ferrer y Ramis se fue radicalizando cuando el batle recriminó al ex conseller que modificara «el discurso que has mantenido hasta ahora». «Pareces un regidor jabalí, nos embistes en cosas que no tienen por dónde agarrarse y ahora de repente modificas tu discurso, eso demuestra un mal estilo de hacer política. Cuando compatibilizabas el cargo de alcalde con el de conseller, sí había horas de falta para este Ajuntament».