Encontrar la vía legal para evitar la demolición del edificio de la
plaza de Abastos fue el compromiso que adquirió el alcalde de
Manacor, Miquel Riera, ante las presiones realizadas por la
portavoz del grupo popular en la oposición, Catalina Sureda, y ante
un numeroso grupo de vendedores que estuvieron presentes en la
sesión plenaria ordinaria celebrada durante la noche del lunes.
Ayer, el alcalde se reunió con los juristas y arquitectos
municipales con el fin de estudiar si todavía existe alguna vía
para poder legalizar la infracción urbanística del edificio de la
plaza, en la que se construyó más volumen del previsto. Una vez
agotados todos los recursos, los técnicos emitirán un informe.
Riera resume que «si el PP tiene la solución, que la presente de
forma urgente, porque todavía no han presentado ninguna
alternativa».
El debate sobre la plaza de Abastos en el pleno fue muy
acalorado, llegando a insultos entre regidores del pacto y la
oposición. El alcalde recriminó a Sureda que el PP realizó una obra
ilegal y que no hizo nada para restablecer la normalidad. Los
regidores del PSOE y AIPC se refirieron a la concejala popular como
sinvergüenza y caradura. Antoni Frau (UC) pidió la dimisión de
Conxa Gil (PSM). «Si yo tengo que dimitir, algunos de los que hay
aquí tienen que estar en prisión», dijo Gil señalando a los ediles
populares que permitieron la construcción de la plaza.
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